Hades.
Llavamos diez minutos sentados en el sofá y envueltos en un silencio algo tenso. Sigo con mi cigarrillo y con mi copa mientras observo fijamente la pared del fondo que esta en frente, Kore esta sentada junto a mi, mirando el suelo como si allí fuese a hallar alguna respuesta. Esta situación es dolorosa y por todo lo divino jamás imagine que sentiría un dolor tan intenso como el que siento ahora.
-Hades...
-No merezco ser feliz, es por eso que no he encontrado eso que todos anhelan tener y que llegan a alcanzar. Lo alcance, fui feliz pero solo fue un sueño, tu fuiste un hermosos y triste sueño que poco a poco se desvaneció, me dajaste hundido en la peor de las pesadillas. Me dejaste solo, vulnerable y en la más tormentosa y horrible oscuridad- Digo aun con mi mirada fija en la pared para luego beber un trago de mi copa y después darle una calada al cigarrillo, expulsando una bocanada de humo.
Siento su mirada en mi pero me niego a verla, se que si lo hago las pocas fuerzas que aun conservo y que evitan que llore se irán, no quiero que me vea sollozar y menos cuando hace un momento me vio tan vulnerable. Me vio llorando como nunca nadie me había visto, nunca había llorado así ni siquiera cuando me di cuenta de que mi padre me odiaba y que me consideraba un peligro.
-Hades, no quiero que...no quiero que terminemos asi- Su voz es quebrada, esta llorando, esta llorando por mi, por ella, por lo nuestro, por lo que fuimos y por lo que pudimos ser.
Dirijo mi mirada hacia ella y efectivamente la veo llorar, unas lágrimas amargas empiezan a desbordar de mis ojos para deslizarse por mis mejillas pues jamas me ha gustado verla tan frágil y mucho menos ser yo la razón de su llanto, aunque no es mi culpa...no del todo.
-En cualquier otro momento te hubiera dicho que no lloraras pero ahora eso es lo que quiero, quiero que llores tanto como lo he echo yo para que sientas lo que he sentido- Suelto y ella me mira con tristeza.
-¿Tanto me odias?- Pregunta con la voz apagada, tan quebradiza, tan llena de dolor que se me desgarra el corazón con solo oirla.
-Quiero que llores conmigo, quiero que compartamos esta carga y asi sera mas facil reponernos, quiero que suframos juntos asi...- En ese momento mi voz se quiebra y un sollozo se escapa de mi, me muerdo el labio inferior con fuerza para evitar romper en llanto y terminar mi frase. -Asi podremos ser el pilar que sostiene al otro, asi ninguno tendrá que sufrir solo- Explico para luego rodear sus hombros con mi brazo y estrecharla contra mi dándole así algo de consuelo aunque solo sea un consuelo amargo y efímero, un consuelo que se burla de nuestra suerte.
-Quiero un trago- Pide y la veo por un leve momento para luego entregarle mi copa.
Ella bebe un largo trago y yo me limito a expulsar el humo formando una O y luego una mas pequeña que la atraviesa. Definitivamente tengo experiencia en esto.
-Esto no está resultando como lo tenia planeado- Dice mientras apoya su cabeza en mi, tan cerca y tan lejos que hace mucho mas dificil todo esto, inhalo profundo para oler su aroma y con eso me siento un poco más tranquilo aunque no lo suficiente para combatir el dolor.
-¿Que tenias planeado?- Pregunto tratando de no sollozar pues las lágrimas no han querido parar y eso me frustra un poco pues en serio no quiero llorar frente a ella. Quiero acabar esta charla para que ella se marche y así pueda sentarme en un rincón a beber y a llorar.
-Que seriamos amigos y que seriamos felices con alguien mas- Al oírla decir aquello suelto una carcajada amarga, cargada de dolor y lo peor es que las lágrimas parecen salir con mas facilidad demostrando así la tortura que para mí tener que hablar de esto.
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ACADEMIA DE DIOSES
RandomEl amor no es exclusivo, incluso la persona mas fria e indiferente puede sentir un amor tan puro y sincero que no puede comprender como pudo vivir hasta entonces sin amor