Una cita

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Hades.

Despierto al oír la alarma de las cuatro y media de la mañana, la desactivo rápidamente antes de que despierte a Kore quien están profundamente dormida con su cabeza sobre mi pecho.

"¿Que mierda sucede conmigo?, estar con ella esta mal, pensar lo que quiero hacerle es todavía peor, necesito alejarla de mi pero no puedo imaginarme no volver a tenerla a mi lado".

Acuesto a Kore a un lado y empiezo a besarle suavemente los hermosos y dulces labios que solo ella puede tener, mis manos desabotonan la camisa dejando sus senos al descubierto pero me detengo al ver que se mueve.

-Sigue- Me susurra y sonrió al ver que esta consciente de lo que estoy haciendo.

-Pensé que dormías.

-Lo hacia hasta que un Pervertido empezó a manosearme.

-Solo queria ver que ropa interior estas utilizando- Me defiendo para luego besarla con cariño. -Gracias por usar las de huellitas, es mejor que estar viendo patos- Bromeo y ella me golpea en el pecho haciendo que me ría ligeramente.

-Acuestate- Ordena y al ver el deseo en sus ojos sonrió ante lo que podría hacerme.

Me acuesto a su lado y ella rápidamente se sienta en mi regazo, sus manos acarician mi pecho mientras las mías están acariciando sus piernas las cuales están ubicadas a cada lado de mi torso. Sonrió al sentir como recorre mis cicatrices de manera burlona, sabe que estoy excitado y lo único que quiere es torturarme.

-Eres mala.

-Tu eres un impaciente- Dice para luego inclinarse hasta estrechar sus labios con los mios.

Sonrió al sentir como se estremece ante la creciente erección que se estrecha contra su zona baja aunque la tela de nuestra ropa es un maldito obsataculo como para sentirnos plenamente. Llevo mis manos hacia su cadera y la obligo a moverse pero de inmediato me arrepiento al sentir el dolor de mi excitación, Kore gime al sentir como mi miembro se frota con su intimidad por lo que la aparto.

-Mejor paramos, si seguimos dudo de que sigas virgen para cuando lleguemos a la Academia- Digo y ella cambia su expresión de placer por una de tristeza.

-Ya no seremos amigos, ¿verdad?.

-No Kore, ya no seremos amigos o al menos no esta clase de amigos- Explico mientras la abrazo obligándola a acostarse a mi lado. -Siempre estaré para ti y tu para mi, podrás decirme todo lo que te aflija y yo te aconsejare...

-¿Aunque sea incómodo?.

-Kore, he visto que una joven mayor de edad próxima a ser una diosa de la virginidad eterna además de que pronto sera venerada por los mortales esta usando ropa interior con dibujos de patos- Digo burlón y ella me mira con enfado.

-No son patos, son pollitos- Defiende a su poco atractiva ropa interior haciendo que me ría.

-Eso no suena mejor.

"Mierda".

Kore muerde mi pezón mientras me observa con una expresión de inocencia en su rostro, su lengua juguetea alrededor de mi pezón.

-Basta...Kore detente- Pido algo sonrojado debido a que me da vergüenza que vea que algo tan poco común sea uno de mis puntos de excitación.

-Creo que alguien tiene un punto debil- Dice a manera de burla para luego volver a llevárselo a la boca.

-Mierda...Kore detente- Pido y un gemido se me escapa en el momento en el que ella se le ocurre la brillante idea de succionarlo con suavidad.

-Bien, te dejare- Dice para luego besarme con ternura.

ACADEMIA DE DIOSESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora