Mi Mejor Amiga

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Hades.

-Hermosa- Digo susurrándole al oído a la diosa mas bella que me he podido encontrar.

Kore se mueve ligeramente dejando que la sabana caiga hasta su cintura para dejar sus pechos al descubierto. Me llevo uno a la boca y empiezo a lamerlo de manera suave haciendo que ella se mueva para darme la espalda y haciendo que su pezón salga de mi boca.

-Vamos, preciosa, despierta- Digo moviéndola suavemente por el hombro.

-Cinco minutos mas- Murmura adormilada y la abrazo con fuerza mientras lleno su rostro con besos suaves y cariñosos.

-Levantate, quiero ver tus hermosos ojos- Pido con una sonrisa que muy seguramente es de un idiota enamorado.

-No...quiero, me duele el cuerpo y estoy cansada- Explica frotándose los ojos para tratar de espantar el sueño y eso hace me ría por lo bajo pues su cabello esta alborotado y su mirada es aun adormilada.

-Lamento que te duela el cuerpo- Digo ayudándola a sentarse y me siento a su lado. -Tambien lamento mi comportamiento de ayer- Agrego y como si mis palabras fueran mágicas el sueño la abandona y se gira para verme a los ojos.

-¿En serio?- Pregunta con cierta duda que no me gusta pues jamas me ha gustado que duden de mi.

-Si, lo siento.

-¿Entonces podre ir a trabajar al café?- Inquiere y frunso el ceño ante la mención del tema que mas me ha afectado.

-Dame la mano- Ordeno en tono serio mientras extiendo la mía para que pose en ella la suya.

-Ya te dije que no me casare contigo si no... - Queda en silencio al ver que tomo su mano y coloco nuevamente el anillo de ópalo en su dedo anular para luego dejar en su mano un último detalle.

-¿Estas feliz?- Pregunto en tono serio pero mas aliviado al saber que estoy haciendo las cosas bien.

-¿Que significa esto exactamente?- Interroga enseñándome la tiza negra que acabo de poner en su mano.

-Podrás ir y venir cuando se te antoje, esta tiza solo abre un portal que vincula a mi reino con la tierra asi que si quieres irte a trabajar y volver para visitarme puedes hacerlo- Explico y ella me mira con aparente sorpresa.

-¿No hay trucos?.

-Si, hay una condición- Digo y tomo su mano entre la mía para ponerla en mi pecho para que sienta mis fuertes latidos. -No rompas mi corazón, aunque no lo creas...es fragil- Agrego y ella me mira con seriedad para luego lanzarse a mis brazos .

-Idiota, te amo demasiado- Dice ocultando su rostro en mi pecho mientras mis brazos la rodean.

-¿Iras al café?- Pregunto apoyando mi cabeza contra la suya sin intención de dejar que se aparte.

-Si.

-¿Volverás?.

-Vaya que eres un obsesivo. Si, Hades, no seas idiota, mi prometido esta aquí obvio tengo que volver- Agrega en tono divertido para luego levantar la cabeza y besarme de manera casta. -Voy a darme un baño- Con esto se levanta y toma algo de ropa que traje de la tierra para ella y que tengo en el baúl para luego meterse al baño.

"Tranquilo, es lo mejor que pudiste hacer, eso la hace feliz y tienes que vivir con ello".

Lo se.

Me dejo caer en la cama y observo el techo para pensar un poco en las desiciones que he tomado últimamente y en sus consecuencias. ¿Demeter me matara con sus propias manos o mandara a alguien a hacerlo?, no, no puedo morir pero si puedo sentir dolor asi que...¿Demeter me torturara o mandara a alguien a hacerlo?, posiblemente lo haga ella misma, ¿me apartara de Kore?, sin duda alguna, ¿podre hacer feliz a esa mujer que me llena de cariño?, no si sigo pensando en el pasado.

ACADEMIA DE DIOSESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora