Castigada

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Hades.

Despierto a las cuatro de la madrugada como suelo hacerlo cuando tengo que ir al trabajo, una ducha fria y un café caliente hacen de mi mañana una experiencia relajante, me quedo de pie frente a la ventana de la cocina para observar la hermosa vista que se aprecia desde mi apartamento hasta que...

-Hola guapo- Dicen mientras me abrazan por detrás y unos brazos rojos rodean mi cintura.

-Hola Mente, ¿que quieres?- Pregunto para luego darle un sorbo a mi taza de café.

-Antes solías saludar mientras me arrastrabas a la cama- Dice y me gira hasta que quedo frente a ella.

-Antes no solías ser tan molesta- Digo y ella me quita la taza para ponerla en la encimera.

-Solo me pongo asi cuando no me das lo que quiero, aun faltan un par de horas asi que...¿porque no las aprovechamos?- Pregunta con una sonrisa maliciosa.

En realidad se ve bien con ese vestido negro que se ciñe a su cuerpo y que además esta tan corto que si se agachara podría verse uno de mis lugares favoritos en lo que concierne a su cuerpo pero... "A la mierda, Kore y tu no tienen una relación donde se implique la fidelidad además ella se anda pavoniandose con Ares asi que disfrutemos", me aconseja mi subconsciente el cual es mas bipolar que yo.

-Tu ganas- Digo con una sonrisa mientras tomo a Mente de la cintura y la estrecho contra mi cuerpo.

Me inclino y la beso con ferocidad haciendo que ella suelte pequeños gemidos al sentir como mis manos se deslizan hacia su espalda hasta encontrar el cierre de su vestido el cual empiezo a bajar. En un movimiento rápido bajo su vestido dejándola solo con su sostén de encaje y sus bragas a juego de color negro, la subo a la encimera sentándola en el borde sin despegar mis labios de los de ella, sus manos se aferran a mi espalda mientras las mías acarician sus senos por encima de la tela.

-Dime cosas sucias- Pide contra mis labios mientras trata de recuperar el control de su respiración la cual esta agitada.

-Eres tan sexy que me cuesta mucho no follarte- Le digo y ella gime al sentir como mis labios llegan al lóbulo de su oreja para lamerlo ligeramente.

Mis manos estrujan sus senos con fuerza mientras ella separa las piernas para que me ubique entre ellas y no pierdo tiempo en hacerlo. Mi lengua húmeda recorre su cuello dándole largas lamidas y siento como Mente se estremece ante mi tacto, mis manos llegan al broche de su sostén y se lo quito arrojando su prenda a algún lugar de la cocina.

-Estas húmeda mi bad girl- Le digo y ella se muerde el labio al sentir como mis dedos rozan su intimidad húmeda.

Sonrió al ver el control que tengo sobre ella y poco a poco me inclino hasta que sus senos están a solo milímetros de mi boca.

-¡Mierda!- Grita arqueando su espalda al sentir que muerdo su pezón con algo de fuerza.

Mis manos bajan sus bragas mientras mi lengua se desliza sobre su pezón erecto estimulando su excitación para que llegue al orgasmo. Me desabrocho el pantalón y saco mi erección al ver que Mente esta lista para recibirme pero antes de poder adentrarme en ella, me detiene.

-Espera, quiero hacerte sentir bien- Dice y se baja de la encimera para luego agacharse hasta que su cara esta a escasos centímetros de mi miembro.

-Mmmm- Un sonido de placer se me escapa de mi boca al sentir como sus manos acarician mi miembro con movimientos expertos y por lo tanto fluidos.

Cierro los ojos con fuerza al sentir como lame la punta solo para estimularme mas y torturarme, sus manos siguen moviéndose con rapidez y jadeo al sentir como lo introduce en su boca o al menos lo que logra soportar pues es demasiado grande para ella. Tomo su cabello y la obligo a mover su cabeza, ella lame con total experiencia como si fuese una veterana en esta materia pero cuando estoy al borde vuelvo a sentarla en la encimera y separo sus piernas para penetrarla con fuerza haciendo que suelte un grito de dolor y placer.

ACADEMIA DE DIOSESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora