Tómame, Alfa

Capítulo 9

—¡Steve! —Tony seguía con pasos apresurados al Alfa de cabellos claros.

Era muy rápido y tenía condición.

Steve siguió ignorandolo, tratando de escapar del castaño. Pero este era muy persistente.

—¡Steve, basta! —Cuando lo alcanzó en la sala, se aferró a él. Sentía que la culpa lo quemaba por dentro.

El Capitán dio un largo suspiró, giro y finalmente lo miro. No estaba nada contento; Tony trago con dificultad.

—¿Qué necesitas, Stark?

Auch, eso había sido un golpe bajo.

—¿Vas a tratarme así? ¿Después de lo que pasó? —Preguntó herido, dándose cuenta de su error. Tal vez él no debió decir eso.

—¿Yo? ¿Después de que tú negaste todo? —La ironía no iba con el Capitán. Dolía.

El genio bajo la mirada. Se sentía desnudo cuando Rogers lo miraba de esa manera; era como si pudiera ver todas sus inseguridades y pensamientos.

Se sentía indefenso y sin esa coraza que por años se esforzó en armar.

—Tony... —Lo escucho soltar un suspiro más y dejar su postura rígida—, a lo mejor, yo me confundí.

Los ojos del genio lo miraron con incredulidad.

—Fue apresurado. —Continuó el Capitán—. No debí decírtelo en primer estancia.

—¡No estas entendiendo! —Tony se paró derecho, dispuesto aclarar el punto—. No es nada de lo que piensas, simplemente... No es fácil, no es algo que puedas decir sin más.

—¿Por qué no? —Rogers de verdad no lo entendía.

—Escucha. —El castaño pensó un momento como empezar—. No sabemos si esto funcionará, tal vez, todo sea momentáneo. Y si hay rumores de que saliste con un Alfa, no tendrás oportunidad de encontrar un buen Omega.

—¿Por qué necesitaría un Omega? —Steve sólo estaba cada vez más molesto—. Mis sentimientos no son un juego Tony, por supuesto que iba a poner todo de mi parte. No es algo momentáneo, al menos no para mí.

El castaño sentía que se hundía cada vez más que hablaba.

—¡Tampoco para mí! —Stark quería tanto ordenar sus ideas y poderle explicar a Steve, que esto lo hacía por su bien—. Por favor, sólo... Hablemos en otro lugar.

Steve no se sentía con ánimos de hablar.

•••

El soldado aún procesaba todo lo dicho por Tony.

La inseguridad del castaño eran como puñaladas para Steve. Entendía que la sociedad no iba a cambiar, que las relaciones de Alfa con Alfa no eran bien vistas. El temperamento e instinto de ambos complicaría algunas cosas.

Pero eso realmente no le interesaba al rubio.

No necesitaba a un Omega, no deseaba a un Omega.

A Steve le dolía cuando Tony pensaba que sus sentimientos no eran suficientes y que él podía ser capaz de dejarlo por el primer Omega que se le cruzará.

¿Tan poco creía en él?

—Hay que esperar. —Pidió el castaño—. Hasta que estemos seguros. Hasta que estés seguro.

Rogers era un idiota.

Podía negarse e irse, incluso llorar ante la desconfianza del Alfa.

Pero, realmente lo quería y quería intentarlo, aunque fuera bajo sus reglas.

—Está bien, Tony. —Trató de sonreír—. Esperemos.

Steve ahora se sentía inseguro.