Capítulo 13

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Tony miraba con calma la respiración del Capitán.

La herida había sido atendida de inmediato, y ahora sedado, el cuerpo del rubio hacía su trabajo.

—Tony. —Banner lo miro desde la puerta—. Necesito checarte.

El Alfa asintió. Miró por una vez más al rubio y se planteo seriamente si necesitaba ir con Bruce. Tras un largo suspiró, se dio por vencido y siguió al científico.

Por los pasillos, todos los agentes daban vueltas de aquí para allá, seguramente realizando diferentes tareas.

Llegaron al pequeño laboratorio de Bruce. Este le pidió que tomara asiento y procedió a revisar la marca en su cuello.

—¿Te duele? —Bruce miraba la marca.

Estaba roja e hinchada.

—No. —Tony sintió las manos de Banner tocar la mordida. Sintió como su Alfa interno gruñó ante la invasión.

Tras unos minutos, Bruce al fin lo miro.

—Sanará, en algunos días comenzará a cicatrizar.

El genio asintió, mientras su cabeza repetía una y otra vez el dolor que sintió allá fuera.

—¿Por qué sentí eso? ¿Cómo si la marca...?

—¿Quemará? —Termino Bruce—. Bueno, tu cuerpo estaba reaccionando. Lo más probable es que sientas molestias. La mordida de un Alfa a otro puede ser... Algo incómodo.

El castaño no estaba conforme con esa explicación. Era algo diferente.

En realidad, no pensaba que su cuerpo estuviera rechazando la marca. Era, intuición.

—¿Es normal sentir dolor en el cuerpo, confusión, malestar?

—Lo más probable. —Respondió el científico—. Sabes que el cuerpo de un Alfa es completamente diferente. Normalmente, la mordida de otro sólo causa malestar. Tienes suerte de que no haya sido una mordida profunda.

Algo en Tony se sintió decepcionado.

Sonrió como única opción mientras se dejaba curar por Banner.

Pensó de nuevo en las reacciones de esos Omegas. No era normal, no cuando estos estaban en celo y cualquier aroma relacionado a un Alfa era la tentación en persona.

Extraño.

Cuando su amigo termino, salió a los pasillos tocando su cuello. Algo no estaba bien.

—¿Estás bien? —Natasha parecía despreocupada. Por dentro, claro, estaba nerviosa y algo consternada.

Nadie espero a que Steve reaccionara de esa manera.

—Si, Bruce dijo que va a cicatrizar, además no fue profunda. —Anthony sonrió.

Todos parecían alterados, como si de un momento a otro Tony fuera a morir.

—No te ves afectado.

—No lo estoy. —Dando por terminada la plática, Stark paso a un lado de la espía y fue directamente al cuarto de hospital donde estaba el Capitán.

Natasha arrugó su nariz al percibir el olor de Anthony.

Estaba segura que era el aroma de Steve.

•••

Al abrir los ojos, busco por toda la habitación algo conocido, tratando de ubicarse y saber dónde estaba.

—Veo que la anestesia dura poco en ti. —La voz del Alfa causó una revolución en su cuerpo.

Steve sonrió, tranquilo de tener al millonario cerca.

—Tony...

—Bienvenido al mundo de los vivos, Cap. —Los ojos del castaño fue lo mejor que pudo ver. Era lo que más amaba del genio.

Ambos se miraron por un largo tiempo. Apreciando cada rasgo en el rostro del otro.

—Lo siento. —Comenzó el soldado bajando la mirada—. No debí hacer eso... No estaba pensando con claridad.

Tony negó mientras buscaba los azules ojos del rubio. Cuando conectaron sus miradas, Anthony dejó un beso en la nariz.

—No fue nada grave. —Susurró al mismo tiempo que besaba sus labios.

Steve se sentía en otro mundo.

El Alfa de cabellos oscuros beso su frente.

Tony no parecía herido de ninguna manera.

Tómame, AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora