Capítulo 20

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Sharon Carter había entrevistado a cada miembro del equipo por separado y después a todos en conjunto.

Todo había salido bien, ignorando alguna que otra queja de Clint. Según, a palabras de la agente, difícilmente Fury los separaría.

Y Tony estaba bien con eso. Entonces, ¿por qué carajos seguía aquí?

—Lo ayudaré capitán. —Sharon sonrió amable cuando el soldado le dijo que él ya estaba acostumbrado a preparar grandes cantidades de comida.

La rubia le dijo que quería ayudar, para no sentirse como una carga.

Cosa que si era, se dijo Tony.

Los vio moverse en la cocina, siempre manteniendo su distancia.

—Tranquilo Stark... —Natasha le sonrió con burla—, Steve prácticamente es un hombre casado, así que no hará nada para molestarte.

Anthony rodó los ojos, pero no quería decir que no estuviera satisfecho. Steve en todos esos días había evitado exitosamente a la Omega.

Nat, por su parte pensaba que no sólo era Steve quien evitaba a la agente, sino también ella a él. Y ya imaginaba la razón.

—Hombre de hojalata, tu marca está borrandose. —Dijo un Thor muy animado.

Tony se tocó el cuello; tal como dijo Thor, estaba cicatrizando.

Suspiro ante su descubrimiento. Odiaba cuando eso pasaba, sólo le recordaba constantemente que él no era un Omega.

Busco al soldado y observó con detenimiento su cuello. La marca en él se había borrado definitivamente y no hace mucho él lo había mordido de nuevo.

Un sentimiento de amargura comenzaba a pesar en su pecho.

—Las cosas son para bien, Stark. —Le susurró la pelirroja, siendo sabedora de lo que este pensaba.

Tony se llevaría una gran sorpresa.

Todos estaban muy atentos a la gran televisión, que el estruendo en la cocina los asusto por un momento. Se levantaron apresurados, pero antes de llegar, Nat, Clint, Thor se paralizaron. El aroma a Omega en celo los mareo.

Nat comenzó a gruñir desesperada, así que Bruce trató de calmarla y mantenerla en sus cinco sentidos, Thor y Clint se alejaron al ya estar vinculados y Tony, por muy en contra de lo que pensó, quiso vomitar.

El aroma de la Omega le causó asco.

Se arqueo algunas veces, tratando de que el aroma no llegara a sus fosas nasales.

—Tony, Steve esta en la cocina. —Bruce lo miro preocupado, pero no podía ir con él sí quería que Nat no cometiera una estupidez.

Rápido, ignorando el malestar, corrió hacia la cocina.

Al entrar, encontró al Alfa muy cerca de la Omega. Evitaba que la mujer se quitará la sudadera por el sofocante calor.

—Tony, necesito que alejes a Nat. —Steve cargo entre sus brazos a la agente—. Necesito encerrarla en una de las habitaciones.

Steve alejaba su cara lo más posible de la agente que no paraba de retorcerse en sus brazos.

Tony no se movía. No quería dejarlos solos.

—¡Tony!

Obligándose a reaccionar, corrió a retener a Nat, quién ya estaba peleando contra Bruce. Vio como el beta respiraba tratando de mantener la calma. Lo último que necesitaban era a Hulk en escena.

Su fiel reloj se volvió un guante y apunto a la Alfa.

—No te muevas. —Advirtió. Natasha sólo gruñó molesta.

Su juicio estaba nublado.

Stark sintió como Steve pasaba detrás suyo con Sharon pidiendo por un Alfa.

Su cuerpo se tenso.

No quería, no quería dejarlo con ella... No.

Tómame, AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora