Capítulo 19

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—Por supuesto que no.

Steve suspiró ante el berrinche del genio, quién se mantenía con los brazos cruzados y una ceja arriba –además de un tierna mueca, que por supuesto no ablandaria al capitán... O casi no tanto–. Tony se negaba rotundamente a aceptar su pequeña petición.

—Amor, esto es una cuestión meramente profesional, no es...

—Así me digas mi cielo, no voy a ceder. —En su vida admitiría que ese "amor" lo derritió por completo. Aun sentía sus piernas temblar.

El capitán lo miro con todo el amor posible.

Sabía –por el constante aroma a molestia que Tony desprendia— que no aceptaría a la agente 13 en su torre. Pero era por una razón laboral.

Fury le encomendó la difícil tarea de llevar un registro de actitud. Es decir, estaría evaluando a cada miembro de los Vengadores, anotando cada detalle, sobre todo la relación que el equipo tenía.

Sí era lo suficiente buena como para estar juntos.

¿Y qué mejor manera de evaluarlos que viviendo en el mismo lugar?

Para todos sonaba bien, menos para Tony.

—Por favor. —Steve casi canto victoria cuando Tony desvío la mirada irritado.

—Basta, no es no.

El capitán no se dio por vencido, así que tomando las mejillas del genio, lo beso.

Con ternura, como si Tony fuera la pieza más delicada y costosa del mundo, como si el simple tacto pudiera romperlo.

Anthony jamás había experimentado un beso como ese.

—Sólo serán unos días. —Dijo dejando un beso más—. Todo acabará en un abrir y cerrar de ojos.

El castaño gruñó.

No podía negarse ante los ojos de cachorro.

—Yo... —Cuando estaba por ceder, recordó ese pequeño detalle que lo hacía desistir.

Carter era una Omega, una Omega muy bonita.

—¿Sí? —El rubio estaba atento a las reacciones del Alfa.

Vio tristeza e inseguridad en sus ojos.

—Puede quedarse. —Al instante, la mirada de Anthony cambio, volviéndose esa mirada dura e inexpresiva.

Antes de que esté escapara, Steve lo tomó de la muñeca atrayendolo a su cuerpo.

—Odio que pongas esa mirada. —Rogers no lo soltó. Espero respuestas.

Anthony rodó los ojos. No podía engañar al rubio.

—Es Omega... —Bajo la mirada sintiéndose humillado al exponer sus sentimientos de esa manera tan... Fácil—, y tú pareces ser lo único que sus ojos ven.

Los ojos azules del soldado se abrieron sorprendidos.

Tony estaba...

—¿Estás celoso? —Preguntó incrédulo ante la idea.

El seguro y ególatra Tony Stark estaba celoso, por él. Dios, se sentía tan culpable al sentirse tan emocionado.

—Borra esa estúpida sonrisa de tu rostro.

—Lenguaje.

Stark rodó los ojos por segunda vez. Steven sólo sonrió.

—Déjame Rogers. —Trato de liberarse, pero la fuerza de un súper soldado no era la misma que la de un hombre común y de un amplio intelecto.

—Jamás he visto a la señorita de ese modo.

—Dios, eres tan anticuado cuando hablas. —Se quejó ante el "señorita". No lo soportaba.

—Tony. —Sus ojos se conectaron con los de Stark—. Te amo.

Anthony sintió que sus piernas sedian.

Lo tomó desprevenido.

Indignado, miró hacía otro lado ocultando el maldito sonrojo de su cara.

—Ya sueltame.

Steve rio ante la actitud infantil del genio.

—Nunca. —Dijo tratando de avergonzarlo más.

—¡Steve!

—Te amo, con mi vida.

—¡Ya!

—Eres lo mejor de mi vida, eres mi milagro, mi razón de vivir.

—¡Oh Dios, voy a vomitar!

Tony había olvidado sus inseguridades con esa tonta y cursi pelea.

Aunque, eso no significaba que no mantendría bien vigilada a Sharon.

Tómame, AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora