Capítulo 32

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Bruce ese día no fue a la revisión de Tony. Steve más tarde se enteraría por el aroma que el científico traía encima. Apestaba a Nat.

Anthony lo hubiera corrido ni bien llegaba a la puerta.

Así, después de que el olor en su cuerpo desaparecía, Bruce iba a revisar el estado de su pareja. Escucho algunas bromas por parte de Tony, pero jamás se atrevía a intervenir.

No quería que por una mal palabra, Hulk le hiciera una visita a sus cachorros. Sabía que Bruce ya sabía controlarlo, pero su Alfa histérico no pensaba lo mismo.

Así, transcurrió otro mes en donde tuvo que soportar el aroma territorial de la espía en la torre, y en el Beta por supuesto. Betty alteraba la tranquilidad de la Alfa.

Steve, de alguna manera egoísta, siempre se alegraba cuando Bruce no podía ver a su pareja. Últimamente su Alfa interno andaba paranoico, pensando, que tal vez Tony pasaba bastante tiempo con Bruce. Así que aprovechando esos días en donde Banner no aparecía por la puerta, Rogers se encargaba de controlar el apetito sexual de Tony, ya sea masturbandolo o haciéndole el amor con delicadeza.

No estaba seguro si su pareja y sus cachorros saldrían lastimados, pero mejor no arriesgarse.

Además, el soldado había descubierto algo interesante. Ver a Tony embarazado lo calentaba.

Era algo extraño si le preguntaban, pero ver al castaño con el vientre abultado, y siendo sabedor de que esos cachorros eran suyos, despertaba una parte posesiva que Steve no sabía que tenía. Se convertía en alguien primitivo que quería inflar el pecho y presumir que él preñó a su pareja.

Quien por cierto era un Alfa.

Negó. Tanto estar con Thor le estaba afectando.

—Bien, les advierto que puedo equivocarme en cuanto al sexo de sus bebés. —Betty les sonrió con ternura—. Esta no es mi especialidad.

Tony asintió.

—No se preocupe. —Steve tomaba la mano del genio y besaba su frente—. Puede decirnos.

—De acuerdo. —Betty miro fijamente la pequeña pantalla, mientras trataba de ubicar a un cachorro—. Oh, ¿ven esto? —Los padres asintieron—. Es uno de sus bebés.

Steve y Tony sonrieron.

—Y tal parece que es... —Betty se centro en la imágen—, un varón.

El rubio beso los labios de su pareja. Estar en esta situación, lo hacía tan feliz.

—Veamos. —Ross ahora busco al otro bebé. Cuando lo encontró, de igual manera se centro en la pantalla—. No estoy segura, pero parece ser que es una pequeña mujercita.

Los dos Alfas estaban realmente contentos. Las lágrimas no pudieron detenerse cuando la beta los dejo escuchar los latidos de los pequeños corazoncitos.

Tony estaba tan pero tan sensible.

•••

—Deberíamos pensar en nombres. —Steve acariciaba el vientre de Tony como era costumbre.

Ambos acostados, en el gran nido que Tony había hecho de ropa. Mayormente de Steve.

—¿Tan rápido? —Tony acariciaba los cabellos del rubio.

—Claro Tony. Hay que tener todo listo en cuanto nazcan.

El genio lo pensó. Bien, no quería ponerle un nombre al azar a su pequeño por la emoción.

—Bien, tendremos un niño y una niña.

—La doctora dijo que podía equivocarse. —Los ojos azules de Steve lo miraron—. Podrían ser dos niñas o dos niños.

—Entonces pensamientos en dos nombres de ambos sexos. —Tony continuó con emoción—. Yo tengo uno. Peter.

—¿Peter? —Steve lo pensó. Realmente era un bonito nombre— ¿Hay alguna razón?

—Cuando estaba en la universidad, conocí al mejor de mis amigos. Richard Parker. Ese hombre era inteligente, humilde y amable. Era un jodido santo. —Steve gruñó celoso—. Era como mi hermano pérdido.

—¿En serio? —Steve alzó una ceja.

—Claro. —Tony rio—. No sea celoso, y no me interrumpas. —Rogers suspiró—. Richard siempre soñó con formar una familia, pues en ese entonces estaba loco por Mary, una beta hermosa en realidad. ¿Te imaginas? Un Alfa enamorado de una Beta. El escándalo de la universidad.

—Si te vieran ahora...

—Pero nuestro caso es diferente. —Tony lo pensó—. No sería extraño empezando por la fama que siempre me cargue.

Claro, Stark había tenido una fama de playboy.

Steve no quería pensar en eso.

—Richard quería tener un hijo con ella y quería que se llamara Peter. —El castaño sintió una punzada de nostalgia—. Pero antes de siquiera pensar en la posibilidad de casarse, Richard y Mary fueron asesinados.

Rogers aspiro el aroma triste del genio.

—Tony...

—Caí en depresión cuando lo supe. —Anthony enredo sus dedos en los cabellos claros—. Fue difícil de superar.

Steve se levanto y consoló al millonario con un beso—. Peter se llamará.

Tony le sonrió.

Así se quedaron por unos segundos más, pensando en posibles nombres.

—¿Joseph? —Sugirió de nuevo Tony.

Rogers tenso la mandíbula.

—Mi padre... No fue un gran ejemplo en realidad. —El rubio recordó todos los momentos en que su padre llegó borracho y golpeó a su madre—. No quiero que mi hijo lleve su nombre.

Anthony lo entendía, claro que lo hacía. El tampoco tuvo al mejor de los padres... Aunque eran cosas muy diferentes. Al final, Tony había descubierto que su padre no había sido un hijo de perra como siempre creyó, pero el padre de Steve...

—Johnny. —Habló de nuevo el castaño, quitando el ambiente tenso—. Se escucha genial.

Steve asintió. Realmente jamás se negaría a algo que Tony dijera.

—Peter y Johnny serán.

Tony sonrió alegre. Sonaba bien para él; después se dio cuenta de algo.

—Ahora te toca escoger los nombres de las niñas. —Dijo Tony al darse cuenta que él había escogido el de los niños.

Steve rio divertido.

—Bueno, siempre me imaginé, en caso de que tuviera una niña, llamarla Sarah. —El Capitán se abrazó a Stark—. A diferencia de mi padre, mi madre fue una grandiosa mujer. Fuerte y humilde, un gran ejemplo.

Tony asintió estando de acuerdo. Era un nombre hermoso y tenía una buena historia por detrás.

Sintió sus ojos pesados.

—Tony, si tenemos otra niña, ¿te gustaría ponerle María?

Anthony asintió entre sueños.

Tómame, AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora