El chico se temía lo peor, y la expresión en el rostro del vampiro no le daba muchas esperanzas.
Agradecía haber salido con un abrigo ya que la noche estaba fresca. Habían muchas nubes, sin embargo eran bastante translúcidas y la luz de la luna las atravesaba.
TaeHyung tampoco sabía por dónde empezar. Se había quedado en blanco.
—Lo que te pasó no es nada nuevo —habló al fin, intentando descubrir las palabras correctas.
—¿A qué te refieres con eso? —preguntó Jimin confundido— ¿No es nada nuevo que a la gente le haga falta JungKook? Sinceramente no te entiendo...
El castaño estaba frustrado. Estaba cansado de no comprender lo que sucedía a su alrededor.
—A tí no te hace falta JungKook, lo que a tí te hace falta es lo que JungKook te hace sentir —dijo TaeHyung, intentando no sonar muy brusco—. Son cosas distintas.
—¿Cuál es la diferencia? —preguntó otra vez, sintiendo que ninguna de sus dudas se aclaraba.
TaeHyung chasqueó la lengua.
—La diferencia es que no necesitas a Jungkook para sentir esas cosas —se explicó—. Cualquier otro vampiro puede ocasionar el mismo efecto en tí y en cualquier otro humano. Ya te ha pasado conmigo, por ejemplo.
Jimin se quedó procesando esas palabras por unos segundos. Se abrazó a sus rodillas, mirando las gotitas de sereno en el pasto.
—Pero a tí no te veo de la misma forma... debe haber algo más —razonó, sin despegar la vista del suelo.
El mayor, comenzando a sentir un poco de lástima, posó su mano derecha en el hombro izquierdo de Jimin en un intento de darle apoyo.
Nunca le había gustado ser la persona que tirara el balde de agua fría, pero era necesario. De ser de otra manera, esto no terminaría de forma saludable.
—Ponte a pensar en el día que se conocieron —le aconsejó—. Él iba a atacarte, y no estoy al tanto de qué sucedió exactamente pero por alguna razón no lo hizo. ¿No sentiste miedo? ¿No sentiste rechazo? ¿No sentiste odio? Piensa, Jimin... ¿Por qué quisiste volver a encontrarte con alguien que pudo haberte matado?
Jimin quería responder, quería tener la respuesta... necesitaba tener una respuesta. Pero su cerebro no podía formular una frase ni su boca emitía sonidos. Estaba mudo.
—Y ahora ha llegado demasiado lejos —continuó hablando—. Ahora te has vuelto adicto a ese estado de "enamoramiento". Tu cerebro le puso la imagen de Jungkook, pero pudo haber sido la de cualquiera. Como prueba de lo que te estoy diciendo, yo mismo pude calmarte con mi sola presencia. ¿Entiendes lo que estoy diciendo?
El menor lo miró a los ojos, casi rogando que las cosas no fueran como le decía. Deseaba con todas sus fuerzas que todo fuese una equivocación... pero los hechos estaban ahí y no podía negarlos. Por eso sentía puntadas en su corazón, estaba siendo destrozado. ¿Nada de lo que habían tenido era real? ¿Había sido todo una ilusión?
Empezó a sentir un asfixiante nudo en su garganta y sus ojos empezaron a arderle. No quería llorar, pero le era inevitable.
—Lo siento mucho, bonito —intentó disculparse, honesto, desde lo más profundo de su ser—. Eres muy joven, no tendrías que pasar por este tipo de decepciones...
Entonces TaeHyung notó que el chico estaba llorando. Algo dentro suyo dolió al ver esa triste imagen: nunca había imaginado que un chico tan luminoso como Jimin podría experimentar ese tipo de sensaciones.
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Tanofobia ☀ [KookMin]
Fiksi Penggemar[Miedo irracional al Sol] Su tez era aún más blanca que el resplandor de las estrellas, y su verdad tan oscura y profunda como el cielo nocturno.