Annie y las Reliquias de la Muerte

18. Uno más

Annie suspiró y se dio vuelta en la cama. Se talló los ojos y bostezó. Lentamente, se sentó en la cama. La tienda estaba vacía y al parecer estaba atardeciendo. Se estiró sintiendo la placentera sensación.

Se levantó y fue directo a la cocina, curiosa. Al parecer, Harry había hecho algo de comida mientras ella dormía. Había tomado el turno de la noche, por lo que había estado agotada. Sonrió y se sentó en la mesa que tenían. Eran solo unas tostadas con huevo, pero no estaban mal. Ella se moría de hambre.

Al terminar, se levantó y estaba lavando el plato que había usado, cuando un grito la sobresaltó.

-¡Annie!

Ella soltó el plato, que de puro milagro no se rompió. Buscó su varita y después recordó que Harry la tenía, ya que había roto la de él.

-¡Annie!

Ella se apresuró a salir de la tienda. El sol pegaba justo frente a ellos, ocultándose. No podía ver a Harry, y se estaba asustando.

No fue hasta que escuchó pisadas que se volvió. Harry avanzaba hacia ella rápidamente, con un bulto en sus brazos. Ella frunció el ceño, pero aliviada de que estuviera bien.

Harry traspasó las protecciones y respiró aliviado, acercándose.

-Harry.. ¿qué es lo que...?

El azabache respiró agitado y dejó ver lo que tenia en brazos. Annie jadeó y se llevó ambas manos a la boca.

Era un niño, de aproximadamente cuatro años. Estaba dormido pero tenía lágrimas y suciedad en su rostro. Annie levantó la mirada, observando los ojos cristalizados de Harry.

-Fui a.. fui a recoger algunos hongos -explicó él y carraspeó por su voz temblorosa- escuché el llanto y..

Se calló por un momento y apretó al niño contra sí.

-Mataron a sus padres, Ann -dijo con voz rota. Annie sentía un nudo en su garganta que no tenía intención de irse- los encontré..

Él negó y cerró sus ojos, queriendo alejar esas imágenes.

-Estaba escondido -le susurró. Annie soltó algunas lágrimas- no podía dejarlo ahí.

-Lo sé -susurró ella. Le extendió sus brazos y él se lo dio torpemente. Annie apretó sus labios.

Lo apretó contra su pecho y se giró, volviendo a la tienda. Oía las pisadas de Harry tras ella. Se apresuró hasta la cama y lo dejó.

Le quitó la manta que lo envolvía. Annie se levantó y fue rápidamente al fregadero. Tomó un paño limpio y mojándolo un poco, regresó a donde estaba. Harry la veía mientras estaba de pie, sin saber qué hacer.

Annie limpió cuidadosamente su rostro, intentando no despertarlo. Harry, que aún se encontraba temblando, fue lentamente hasta una silla y se dejó caer. Se llevó las manos al rostro.

No pudo evitar pensar en que el niño había pasado por lo mismo que él. No se imaginaba lo difícil que fue para Hagrid llegar a Godric's Hollow y sacarlo de entre los escombros, con sus padres sin vida.

Soltó un suspiro tembloroso y se obligó a relajarse. Intentó borrar la imagen de hace minutos, pero simplemente no podía, pero esta vez, con los rostros de sus padres.

-Parece tranquilo por ahora -murmuró Annie cuando pudo limpiarle el rostro. Se giró y observó a Harry con la cabeza entre sus manos. Suspiró y se acercó a él, agachándose.

-Él estará bien -le susurró. Le tomó las manos y las acarició- yo me aseguraré de eso.

-"Nos" -corrigió Harry despues de aclararse la garganta- nos aseguraremos de eso.