Annie no va a contar cuánto tiempo había pasado desde la guerra. Lo dejaría para que se crearan sus teorías, a Annie le encanta leerlas.
Miró hacia sus cuadernos. Siete cuadernos. Cada uno de diferente grosor. Contenían cada uno de los años más importantes de su vida. Se levantó de la silla en donde estaba y tomó el primero de ellos. Era el más delgado, el más viejo. La pasta estaba algo desgastada, nada que su varita no pudiera arreglar, pero a ella le gustaba como estaba, era el valor del tiempo.
Abrió la primera pagina y sonrió. Su letra era algo más descuidada en ese entonces que la actual, pero tenía el mismo sentimiento plasmado en ellas. Con su dedo recorrió las letras, captando fragmentos que su dedo dejaba atrás.
Le dio una hojeada. Su primer año en Hogwarts. Cada detalle que podía recordar de aquel año que le cambió la vida estaba plasmado ahí. Sonrió nostálgicamente al leer. Había veces en las que olvidaba lo que había sucedido, y leerlos era como un soplo de viejas memorias que atesorarás para toda la vida.
Siguió pasando página tras página, recordando el momento exacto en el que había sucedido lo que ahí estaba escrito. Su primera clase de vuelo, su primera navidad en Hogwarts. Soltó una risa cuando leyó la parte en donde se había enojado con Harry aquella navidad por buscar el espejo. Se le hacía un recuerdo tan lejano pero a la vez tan presente en su memoria.
Ellos buscando pistas sobre la piedra filosofal, Hermione diciéndoles que estudien para los exámenes. Norberto, el castigo en el bosque prohibido. Todo estaba plasmado ahí.
El momento en el que pasaron através de Fluffy, aventándose bajo tierra en aquella trampilla que los llevó a aquellos acertijos que unos niños de once y doce años habían podido resolver.
La despedida de ellos en King's Cross para el verano. Ahí terminaba ese libro. Lo cerró y lo giró, sosteniendo la portada entre sus manos. Era de un color naranja con las letras grabadas en relieve.
"ANNIE Y LA PIEDRA FILOSOFAL"
Algo infantil, sí, pero se había divertido combinando nombres para crear la portada. Harry había reído con ese y le sugirió que lo usara. Lo hizo. Se aproximó al estante y colocó el libro en su lugar.
Tomó el segundo, un poco más grueso. Rió al leer en la parte donde Harry la besaba en la mejilla y Ron los encontraba, aquel verano de 1992 en la Madriguera. Cuando se perdieron en el Callejón Knockturn por culpa de Harry y su "diagonal". Los chicos llegando a Hogwarts en el auto de los Weasley. Conocieron a Blaise, Theo y Daphne. Ron vomitando babosas. Myrtle la Llorona, y Harry hablando pársel. Se fijó más detenidamente en una parte en específico: cuando se confesaron mutuamente en el dormitorio de Harry. Annie volvió a sentir aquella misma emoción de aquel entonces.
Navidad, San Valentín al estilo de Lockhart y por supuesto, el 25 de marzo de 1993.
Cerró el libro y lo dejó junto al otro. Naranja y verde, uno al lado del otro.
"ANNIE Y LA CÁMARA DE LOS SECRETOS"
Tomó el tercero. Sonrió al leer la parte donde Harry y ella se encontraban en el Caldero Chorreante y pasaban el resto de las vacaciones juntos. Su primer beso, el día de la visita a Hogsemade que la pasaron con el profesor Lupin. Annie sonrió nostálgica.
El partido de quidditch donde Harry cayó de su escoba, navidad, y cuando se pelearon por la escoba que Sirius le había mandado. Fue su primer pelea "real". Lo veía tan infantil en ese instante, pero recuerda que le había dolido mucho en aquel entonces.
El periodo de exámenes, Trelawney con sus locuras, y cuando la vida de Annie dio un giro de 180°. Descubrió que Remus y Sirius eran sus padres, que era adoptada.
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Annie y las Reliquias de la Muerte
FanfictionLa caza de horrocruxes comenzó. Annie tiene en claro que todo aquí es vivir o morir, correr por tu vida y ser lo suficientemente inteligente para salvarte. El final del viaje está cerca, tal vez más cerca de lo que se cree. [ HERMOSA PORTADA HECHA P...