32. La llegada a Hogsmeade

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Annie se derrumbó sobre el césped, jadeando y tosiendo el agua que se había tragado. Pudo ver a Harry mover su varita por el rabillo del ojo, colocando las protecciones.

Acababan de saltar del dragón, cayendo directo a un lago que amortiguó su caída. Estaba tan cansada que se dio vuelta y se tumbó de espaldas, mirando hacia el cielo, para después cerrar los ojos durante unos momentos.

-Annie, amor -llamó Harry. Ella hizo un ruidito, dándole a saber que lo escuchaba- tienes que curarte las quedamuras.

Annie ni se acordaba de eso, a decir verdad. Estaba demasiado agotada.

-Ven.

Las manos de Harry la ayudaron a sentarse para después dejar caer gotitas de díctamo que ardían en su piel, ayudándola a regenerarse.

Hermione le pasó ropa limpia que Harry le ayudó a colocarse. La herida que Bellatrix le hizo ardía y escocía un poco.

-Bien, sobre todo - dijo Ron finalmente, que se miraba la piel sobre sus manos que crecía de nuevo- conseguimos el Horcrux. Aún con el inconveniente.

-Ninguna espada - dijo Harry entre dientes cerrados fuertemente.- Aquella pequeña costra traiciona ... - Harry tiró el Horcrux del bolsillo de la chaqueta mojada y lo había dejado sobre la hierba delante de ellos. Destelleando en el sol, y dibujó destellos.

-Tengan -dijo Hermione pasándole unas botellas de jugo de calabaza que Annie agradeció enormemente. Los cuatro se sentaron en el pasto, contemplando al dragón.

-¿Qué vamos a hacer? - dijo Hermione finalmente, teniendo hipo, volviendo a ser ella misma y recuperar la seriedad - ¿Él sabrá, verdad? ¡Tu-ya-sabes-quien! Sabrá que sabemos lo de los Horcruxes.

-Tal vez estarán demasiado asustados para contárselo -dijo Ron con esperanza- tal vez ellos nos cubrirán.

-Ron, destrozamos casi la mitad de Gringotts -dijo Annie- no creo que quieran ayudarnos.

El sonido a su lado los distrajo. Harry jadeaba con los ojos fuertemente cerrados, y Annie supo que era la cicatriz

-Harry, Harry -lo llamó Annie, pero no sucedió nada. Ron y Hermione se acercaron, con caras de preocupación.

Annie intentó que el dolor de su cicatriz disminuyera, acariciándola. No fueron hasta otro minutos aproximadamente que Harry abrió los ojos, jadeando ruidosamente.

-Él lo sabe -su propia voz pareció extraña y baja después de los altos gritos de Voldemort- lo sabe y va a
comprobar donde están los demás, y los últimos -estaba ya a sus pies- uno está en Hogwarts. Yo lo sabía. Yo lo sabía.

-¿Qué? -Ron bostezaba; Hermione se sentó, mirando preocupada.

-¿Pero qué viste? ¿Cómo lo sabes?

-Yo lo vi averiguar sobre la copa, yo, yo estaba en su cabeza, en él -Harry recordó las matanzas- está
seriamente enfadado, y asustado también, él no puede entender como nosotros lo sabíamos, y ahora se va a comprobar que los demás estén seguros, el anillo primero. Él de Hogwarts es el más seguro, porque Snape está allí, porque será muy difícil el no ser visto entrando. Pienso que él comprobará éste el último, pero todavía puede estar allí dentro de unas horas.

-¿Viste en qué parte de hogwarts esta? -preguntó Annie.

-No, él se concentraba en advertirle a Snape, él no pensó exactamente dónde está.

-Esperen, esperen - Hermione gritó cuando Ron llegó hasta el Horcrux y Harry sacó la Capa de Invisibilidad otra vez- solos no podemos ir, no tenemos un plan, necesitamos a...

Annie y las Reliquias de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora