Annie y las Reliquias de la Muerte

39. ¿Eres un mago o qué?

Hermione gritó. Todos se giraron.

Una monstruosa araña del tamaño
de un coche pequeño estaba intentando escalar a través del enorme agujero en la pared. Uno de los descendientes de Aragog se había sumado a la contienda.

Ron, Draco y Harry gritaron juntos, sus hechizos chocaron y el monstruo voló hacia atrás desapareciendo en la oscuridad, con las patas sacudiéndose horriblemente.

-¡Ha traído amigos! -gritó Harry a los demás, mirando sobre el borde del castillo a través del agujero que las
maldiciones habían hecho en la pared. Más arañas gigantes estaban trepando por el lateral del edificio
liberadas del Bosque Prohibido, en el que los mortifagos debían haber penetrado.

Annie inspiró hondo dio un latigazo con su varita. Su hechizo alcanzó cerca de veinte arañas que salieron volando.

-¡AYUDEN A PERCY! -exclamó Annie sin mirar atrás, manteniendo a raya a las arañas. Apuntaba, disparaba el hechizo y agitaba su varita, repetía.

Al final, se agachó furiosamente y clavo su varita en el suelo, mandando oleada tras oleada de magia noqueando a las arañas y mandándolas a volar.

-¡Vamos, vamos! -gritó Draco tomándola del brazo y corriendo tras los demás. Fred había salido furiosamente lanzando hechizos a diestra y siniestra.

-¡Chicos, aquí dentro!

Estaban detrás de un tapiz, forcejeando. Hermione estaba intentando contener a Ron, impidiendo que corriera tras Percy.

-Escúchame... ¡ESCÚCHAME RON!

-Quiero ayudar... Quiero matar mortifagos...

Su cara estaba desencajada, manchada de polvo y humo, y temblaba de furia y dolor.

-¡Ron, somos los únicos que podemos terminar con esto! Por favor... Ron... necesitamos la serpiente, ¡tenemos que matar a la serpiente! -dijo Hermione

-¿A la cosa horrosa esa? -inquirió Draco jadeando. Annie llevó sus manos temblorosas al rostro. No se dio cuenta cuándo había empezado a llorar.

-¡Lucharemos! -dijo Hermione- ¡Debemos hacerlo, para poder llegar a la serpiente! ¡Pero no perdamos de
vista ahora lo que se supone que deberíamos estar haciendo! ¡Somos los únicos que podemos terminarlo!

Ella estaba llorando también, y mientras hablaba se limpió el rostro con la rota y chamuscada manga, pero jadeando, tomó grandes bocanadas de aire para calmarse a si misma y aún aferrando con fuerza el brazo de Ron, se volvió hacia Harry.

-Debes descubrir donde está Voldemort, porque tendrá la serpiente con él, ¿no es verdad? ¡Hazlo Harry...mira dentro de él!

-¡¿Que Harry hace qué?! -chilló Draco.

-Después -lo cortó Annie mirando como Harry había cerrado los ojos. Se sentía un tanto débil, tal vez por la enorme cantidad de magia que había hecho ese día.

-Está en la Casa de los Gritos. La serpiente está con él, tiene alguna clase de protección mágica alrededor. Acaba de enviar a Lucius Malfoy a buscar a Snape.

-¿Voldemort sentado en la Casa de los Gritos? -dijo Hermione ultrajada -¿no... ni siquiera está PELEANDO?

-No cree que necesite pelear -dijo Harry-. Cree que voy a ir a por él

-¿Por qué? -dijo Annie horrorizada.

-Sabe que voy detrás de los Horrocruxes... está reteniendo a Nagini cerca de él...obviamente voy a tener que ir hasta él para acercarme a esa cosa...