Dilemas de familia (SEMP2)

26.- AHÍ VIENE EL VIEJO DEL SACO.

Me abrocho la chaqueta apenas salimos de la tienda.

Habíamos dejado los vestidos en el lugar, Giselle vendría por ellos después.

El vestido que escogimos para Hayley era muy parecido al mio. Con la diferencia que el suyo si tenía tirantes y era completo hasta el suelo.

-¡Que frió! ¡Qué hambre!-se quejó Giselle a mi lado.

-Vamos a comer.

Ambas caminamos en dirección a mi auto, pero una voz conocida nos detuvo.

-¿Alguien va a casarse?

Miré hacia mi derecha, que era de dónde había provenido la voz y me encontré con un chico vestido completamente de negro, que jugaba con las llaves de su motocicleta en la mano: Gabe.

Se acercó a nosotras y se me quedó mirando con una ceja alzada.

-Yo no.-me encojo de hombros.

Gabriel dirigió su mirada hacia Gis y ahí pareció realmente sorprendido.

-Pues felicitaciones entonces.

-Gracias.-Giselle parecía realmente incómoda, dirigió su mirada hacia mi y puso una mueca. -te esperaré en el auto.

Ella metió una de sus manos en el bolsillo de mi chaqueta y sacó mis llaves.

Los dos la vimos alejarse.

-¿Qué haces aquí?-le pregunté aún sin mirarlo a los ojos

-Daba una vuelta.-responde.- ¿Quieres uno?

Miré la cajetilla unos segundos y negué con la cabeza. El se encogió de hombros y encendió uno.

-¿Cómo ha estado todo?-preguntó dando una calada. la última vez que nos vimos las cosas no fueron demasiado bien. Sobre todo con eso de los primos

Apreté los dientes, no me gustaba que sacara el tema tan directamente en la conversación, nadie lo hecho antes.

-Las cosas han estado bien.-dije de manera cortante y mirándolo a los ojos.

El puso una sonrisa descarada y se acercó unos centímetros a mi. Pasó su mirada por todo mi rostro y botó el humo desde su boca que me llegó justo en el rostro

Respira lento y pude sentir el humo entrar hasta mis pulmones.

Gabriel se alejó un poco y se pasó la lengua por los labios.

-Creo que no le agrado a Giselle.

-Creo que no

El alza una ceja y luego se rió.

-Thomas te contó la historia, ¿verdad?

Negué con la cabeza.

-Pero la sabes.-fue más una afirmación que una pregunta,

-No gracias a Thomas.-respondí.

Gabe se rió despacio y burlón.

-Claro que no gracias a Thomas. Es tan cobarde que si yo no hubiera aparecido no te lo habría dicho nunca.

Apreté los labios y alce ambas cejas.

-No me mires asi.-hablo con algo de gracia-.sabes que es verdad.

Solté un suspiro. No me gustaba el rumbo que estaba teniendo esta conversación.

-Fue bastante maldito la verdad. Esa chica era mi Talón de Aquiles y él ni remordimientos tuvo después de tener sexo con ella. Creí que éramos amigos.