capítulo 9

2K 208 9
                                    

Jiang Wenxu y He Zhishu, no tuvieron mucha química al principio. Jiang Wenxu era bueno
en los deportes, pero fue admitido como estudiante de bellas artes. No le gusta estudiar.
Además de dormir, está pintando todo el tiempo y también, luce perdido la mayoría de las
veces. He Zhishu era un erudito muy estandarizado. No dice más que las palabras necesarias,
escribe sobre cosas preciosas y le sonríe siempre a todos con demasiada sinceridad. Siempre
se veía bien. Siempre olía bien. Las personas así naturalmente no son malas.
Una tarde, el maestro que estaba actuando como un simple sustituto, puso a Jiang Wenxu y a
He Zhishu juntos en la misma mesa de trabajo. La primera frase que dijeron Jiang Wenxu y
He Zhishu al mismo tiempo fue: «Hueles muy dulce»
El abuelo de He Zhishu sembró un árbol de jazmín en el patio de su casa. Cuando se abrieron
las flores, las habitaciones estaban llenas de esa fragancia y entonces pensó, que debido a eso
su cuerpo estaba repleto de ese dulce aroma también. En el segundo día, He Zhishu recogió
un pequeño ramillete de jazmínes para Jiang Wenxu. Estaba pensando que podía lograr que
él oliera de la misma manera.
Jiang Wenxu se rio con ganas, le mostró sus dientes blancos y después le dijo en un susurro:
—Gracias.
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu no es un sujeto molesto. Sabe que a He no le gusta que le interrumpa durante
las clases, tampoco le agrada del todo que pinte cuadros sobre él y prefiere las tardes
silenciosas que salir con los otros chicos a jugar los fines de semana.
A las chicas de la clase les gustan los muchachos iguales a Jiang Wenxu, y hablan sobre él
prácticamente todos los días.
✤✤✤✤✤✤
Jiang Wenxu le teme al profesor de la clase. A veces, durante la primera hora, copia
rápidamente la tarea de inglés sin que él se dé cuenta. Otros días no lo necesita, a veces finge
olvidar su cuaderno y entonces murmura:
—Pequeño He, dame una copia de tu ensayo.
«Pequeño He»
✤✤✤✤✤✤
La relación entre los dos parecía no estar destinada a nada más profundo... Hasta que un día,
cuando He Zhishu subió a ver a Jiang Wenxu al enrejado de la azotea, se tropezó en las
escaleras y se lastimó. Perdió el equilibrio, se estrelló contra un muro y cayó sobre sus
rodillas con tanta fuerza, que pronto pareció estar hundido en un pequeño charquillo
compuesto por su propia sangre. He Zhishu estaba ya lo suficientemente asustado para
cuando Jiang Wenxu corrió a su lado y le ayudó.
Jiang Wenxu estaba sujetando los hombros de He Zhishu. Este se encontraba soportando el
dolor y suspirando con tristeza entre las oleadas de aire frío para cuando le escuchó decir:
—Hoy estás tan fragante. Estaba pensando en las flores de jazmín, cuando te vi llegar.
He Zhishu se sorprendió de repente.
✤✤✤✤✤✤
La relación entre los dos es mucho más cercana que antes. Jiang Wenxu a menudo invita a
He para que vaya a verlo jugar al baloncesto. Todos se ríen y dicen que cada vez que He
Zhishu está observando a Jiang Wenxu, es tan feroz como una enorme peonía.
No hay nadie que se atreva a pasarle la botella de agua una vez que han terminado de
entrenar... Porque Jiang Wenxu solo quiere que He Zhishu sea el único tocando sus cosas.
Encargándose de él.
✤✤✤✤✤✤
Más tarde, un día, He Zhishu descubrió que Jiang Wenxu, que siempre había odiado leer,
estaba mirando un poema extranjero. Su mirada ceñuda y ansiosa era inexplicablemente
linda.
—¿Estás intentando hacer crecer tus habilidades literarias?
He Zhishu se rio de él.
—Mencionaste este libro con el comité estudiantil ayer. ¿Está mal que me interese en lo que
te interesa?
Jiang Wenxu levantó las cejas y los ojos que le observaron en ese momento, eran profundos y
sensualmente juveniles.
He Zhishu se rio otra vez:
—En realidad no es interesante, no me gusta. Al comité de estudio le gusta y yo quería ser
popular. Me gusta como escribe Jane.
✤✤✤✤✤✤
A principios de junio, el jazmín del abuelo llegó a su fin. He Zhishu sabía que a Jiang Wenxu
le gustaban las flores, y especialmente, lo llevó a verlas. Caminaron juntos durante más de
una hora antes de llegar a la casa del abuelo. El jazmín del patio estaba lleno de incienso, de lámparas de aceite. Jiang Wenxu repentinamente abrazó a He Zhishu y olfateó como un gran
perro sobre su cuello. Sus ojos eran amables, su boca estaba llena de sonrisas profundas:
—Es el mismo tipo de aroma. Eres tan dulce.
Zhishu se sintió inexplicablemente sonrojado.
✤✤✤✤✤✤
Era el examen final en el tercer año de la escuela secundaria. Jiang Wenxu sabe que He está a
punto de regresar a casa, así que lo retiene en las profundidades del callejón más cercano.
Luego, estaba allí, sosteniéndolo gentilmente entre sus brazos:
—Escuché a otros decir que te gusta Jane. Te compré su libro. Espero que puedas disfrutar de
esto y, por cierto... ¡Tienes que disfrutar de mí también!
Han pasado catorce años. Jiang Wenxu tiene 31 y He Zhishu, acaba de cumplir los 30.

Los diez años en que más te ameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora