capítulo 49

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Ai Ziyu descubre que la casa de su hermano tiene más de 10 acres. El ambiente es
particularmente bueno, hay un templo religioso cruzando el camino principal y piensa que
solamente le tomará unos 20 minutos llegar hasta el lago de Oeste en Wulin.
Los dos perros se echan a correr apenas bajan del automóvil, se sacuden y estiran sus patas
antes de aventarse directamente al nacimiento de agua que fluye constantemente en el borde
del jardín de té. La risa de Ziyu es tan cálida como el poblado mismo de Hangzhou. Ahora
hay más de 33 grados, aunque ya sean las seis de la tarde.
Ai Ziyu sabe que He todavía está dormido.
Ai Ziyu caminó rumbo al automóvil, se inclinó y tomó cuidadosamente a He Zhishu entre sus
brazos. Aunque el movimiento fue muy ligero, He Zhishu se despertó casi de inmediato.
—No te muevas. —Ai Ziyu apretó su agarre y sonrió—. De lo contrario, te caerás.
He Zhishu se estremeció. Los dos están demasiado cerca y en realidad, sigue siendo un poco
incómodo:
—... Puedo ir yo solo.
Ai Ziyu entrecerró los ojos, miró hacía un lado y observó a uno de los perros. Mojado y tan
eufórico que posiblemente no notaría por dónde estaba corriendo. Además de enorme, era un
poco tosco.
—Si te bajo, definitivamente alguno de esos dos te golpeará. —Los pasos de Ai Ziyu siguieron
sin detenerse—. Te sostengo así para que descanses, fueron muchas horas... Iré a despertar a
los gatitos también.
Ai Ziyu seguramente también estaba muy cansado, después de todo había conducido por más
de 20 horas de manera intermitente. A Zhishu le daba vergüenza hacerle el día más pesado,
por lo que no se negó otra vez.
El clima en el sur es húmedo, el aire se siente casi demasiado pesado y Ai Ziyu, espera el
tiempo necesario antes de decirle:
—Mañana te despertaré al mediodía y entonces podremos ir a comer al lugar que tú quieras.
Donde te parezca más bonito.
En las horas siguientes, Ai Ziyu evita que He cargue cosas pesadas, se niega a verle realizar
algún tipo de trabajo excesivo y, por consiguiente, se siente extremadamente cansado de
bloquear tantas ideas nuevas cuando cruzan por la mente hiperactiva del hiperactivo He
Zhishu.Es común que un médico trabaje de forma continua durante más de diez horas, por ejemplo, cuando se realiza una cirugía de urgencia de alta intensidad. El espíritu y la
condición física de Ai Ziyu siguen siendo tan buenos como en sus días de universidad por lo
que no se preocupa en tomarse un respiro...
Quizá, también sigue pensando de una manera absolutamente obstinada.
Ai Ziyu llamó a sus compañeros de clase en Shanghái cuando se aseguró de que He Zhishu
estaba dormido. Todos ellos se organizaron mediante una práctica videollamada mal
establecida. No le importa el nivel médico de Shanghái o la atención técnica que sus
hospitales puedan ofrecerle, no es peor ni mejor que en Beijing. Básicamente, Ai Ziyu está
utilizando todos los recursos disponibles solo en continuar buscando la médula ósea que
coincida perfectamente con el cuerpo bastante herido de He Zhishu. Aunque ya es un poco
tarde ahora.
Ai Ziyu, se quedó observando a los dos perros durante un período de cinco o seis horas fuera
de la puerta de la casa. No esperaba quedarse dormido instantáneamente y, después de
permanecer en la intemperie por un largo tiempo, finalmente fue capaz de sentir el frío
envolvente de la madrugada. Se levantó, entró y se lavó la cara. Arregló su cabello, arregló el
lavabo y se percató de que no hubiera algo que pudiera interrumpir las caminatas lentas de
He Zhishu. Después de todo, Ai Ziyu es un doctor. Es más meticuloso que la gente común... Y
tiene una persona que quiere proteger desde lo más profundo de su corazón. Ese es un
pensamiento continuo que lo ataca de inmediato últimamente... Y le encanta.
✤✤✤✤✤✤
He despierta tarde, aunque había dormido mucho en la carretera. Sale del dormitorio
dispuesto a ayudar al médico a limpiar la casa que parece no ha estado habitada desde hace
mucho tiempo... Pero la pequeña cabaña estaba ya sorprendentemente limpia. Decide
entonces, salir y caminar aprovechando que el paisaje es verdaderamente hermoso. El aire
huele dulce y es cálido, exactamente igual a como lo había soñado mientras iban de camino.
Aunque claro, es más nítido y brillante.
Cuando Ai Ziyu comenzó a buscarlo, se percata de que He Zhishu está mojándose con los dos
perros y al salir del agua, inmediatamente se convierte en un monstruo de barro y hierbas.
Hay algo de espuma en su cara, su ropa está mojada y su estado de ánimo es muy bueno. La
curvatura de sus cejas y su risa animada es lo mejor que Ai Ziyu haya visto nunca.
—Bien, es suficiente, tienes que tomar una ducha y cambiarte de ropa para que salgamos a
comer.
Ai Ziyu teme que He Zhishu esté tan empapado en agua fría... Se aproxima, se quita el abrigo
y lo coloca cuidadosamente sobre los hombros de He. Él promete ir de inmediato al baño,
pero no se ha movido, aunque ya pasaron unos minutos. Está muy ocupado viendo a Ai Ziyu
bañar al perro grande. Ai Ziyu parece batallar mucho, y ahora incluso se ha permitido subirse
encima de su pelaje con la intención de lavarle bajo el hocico.
—No seas tan pesado —dijo Zhishu—. El jabón les está cayendo en los ojos. —Extendió la
mano y les limpió la cara.
Ai Ziyu se encarga pronto de los perros, los enjuaga, los seca y los mete dentro de la casa. Si
vuelven a ensuciarse, esta vez no estará dispuesto a trabajar en ellos. Está en su límite, lamentablemente.
—¡Ah! ¡Que cansancio! Tienes mucha más energía que yo, He.
Ai Ziyu se acomoda al lado de los dos perros, y comienza a ver detenidamente como He
Zhishu está jugando de nuevo con el perro mayor. Le lame la cara, sacudiendo la cola, sus
ojos son leales y cuando He voltea para lanzar un comentario fugaz sobre ellos... Se da cuenta
de que los ojos de Ai no se han apartado de sus labios.
Dios, ¿por qué hace eso? He Zhishu no quiere darle demasiadas expectativas a Ai Ziyu
porque va a tener que irse. Un dolor a corto plazo es mejor que el dolor a largo plazo. No
espera que mejore, ni espera escribir una nueva historia... Fue allí a morir, no ha revivirse.
He Zhishu siente que eso es lo más inteligente que puede hacer.
✤✤✤✤✤✤
Hay un restaurante que prepara buenos camarones. Ai Ziyu ha tenido buena suerte, hizo una
reservación antes y la mesa que está junto a la terraza ahora es toda suya para disfrutar.
Pueden ver el tranquilo paisaje del Lago del Oeste. El clima es bueno en el exterior y hay
muchas personas caminando placenteramente en el puente viejo que va de un extremo a
otro. He no puede comer demasiado, solo se concentra en mirar la escena y su corazón
pronto consigue llenarse de una profunda nostalgia.
En la escuela secundaria Jiang Wenxu y él a menudo venían al Lago del Oeste. Cuando llovía,
pasaban corriendo sobre el puente y se abrazaban durante horas mientras compartían
secretos silenciosos. Jiang Wenxu lo llevaba en bicicleta, sacaba su cámara y encontraba
siempre el mejor escenario para tomarse fotos con He Zhishu... He lo amaba, más de lo que
amaba el clima cálido, las flores y los libros. Piensa de nuevo y suspira... Ai Ziyu siente los
sutiles cambios de ánimos en He Zhishu. Estaba sentado frente a él, estaba sujetando su
mano, pero no es lo suficientemente fuerte como para interrumpir sus recuerdos.
Los recuerdos con alguien más.
El sol le da a sus pestañas un brillo dorado, y Ai Ziyu no tiene dudas de que el He Zhishu de
este momento, pese a la tristeza en sus pupilas... está más satisfecho y más feliz que en
Beijing. Ai Ziyu no interrumpe al He Zhishu que imagina cosas y piensa, que sería bueno
hacerlo tan feliz como parece que lo fue hace ya mucho tiempo...
Sí, eso estaría bien.

Los diez años en que más te ameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora