capítulo 13

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He Zhishu tardó unos veinte minutos en despertarse. Además de ser destrozado por Jiang
Wenxu hace unas noches, él no se siente para nada incómodo esta vez.
Jiang Wenxu está cocinando, y He Zhishu permanece en silencio en la puerta de la cocina. Se
pregunta cuánto tiempo ha pasado desde que tuvo un día tan tranquilo y cálido como ese.
Jiang Wenxu es muy atractivo. Tiene hombros anchos, glúteos bien formados, piernas largas.
Las mangas de su camisa le llegan por encima de los codos y el aspecto que tiene al hervir la
pasta es muy buena también. Las cejas gruesas son absolutamente masculinas, piensa.
Cuando Jiang Wenxu se dio la vuelta y vio a He Zhishu, se sorprendió un poco, pero le sonrió
de igual manera:
—¿Acabas de despertar? —Luego se rio. No se dio cuenta de la rudeza en su voz cuando le
dijo—: ¿Eres tan inconsciente como para levantarte nada más para comer?
He Zhishu susurró:
—No. Vine a ayudar a limpiar los platos.
Después de unos minutos de silencio y de la extraña mirada de comprensión que Jiang
Wenxu le dedicó, Zhishu se aproximó para probar una pequeña cucharadita de la sopa:
—El sabor debe ser más liviano, no tenías que agregar tanta sal. Te da una sensación
demasiado fuerte en la lengua.
Después de decir eso, Jiang Wenxu acepta que se siente un poco ridiculizado.
✤✤✤✤✤✤
Mientras comen, el estado de ánimo de He Zhishu se ve muy estable. Cada platillo se iba
terminando y su rostro estaba lleno de sonrisas y pequeñas risas casuales mientras eso
pasaba. Sin embargo, solo ingería una pequeña porción de comida de cada plato y Wenxu se
jactó de ello casi de inmediato... La sonrisa de Jiang se convirtió lentamente en una especie
de mueca de disgusto tan fuerte que no pudo llegar a ocultarla más... Pero He Zhishu aún
sonreía, y el pequeño hoyuelo se le marcó en la delgada piel de su mejilla izquierda:
—Jiang Wenxu, ¿Por qué te fuiste temprano?
Jiang Wenxu no pensó mucho en una respuesta para eso. Tomó su cuenco con la sopa y
despegó un par más de palillos para sostener su pasta:

—Comamos más, no pienses en eso. Te prometo que después de terminar con este proyecto
definitivamente te acompañaré más seguido en casa.
Zhishu no movió los palillos. Sus ojos bajaron y barrieron las delgadas manos de Jiang
Wenxu. Preguntó, agitando un poco su cabeza:
—¿Dónde está tu anillo?
Jiang Wenxu se atragantó. No respondió por unos minutos y su corazón le corrió
peligrosamente rápido. Repitió inconscientemente la pregunta:
—¿Dónde está ...?
Ese anillo fue un regalo de hace nueve años. Lo recuerda. Él sabe que necesita enviarle un
presente de cumpleaños a He Zhishu, pero no le convence del todo darle un libro de pasta
dura ni un separador con forma de flor. El tiempo no se detiene, está llegando el día. Siente
que tiene el dinero suficiente para comprar los pequeños anillos de plata para pareja que vio
en un catálogo de la oficina. Sencillos y lisos, ovalados, incluso el patrón es decente. Elegante.
Los adquirió un día antes de que su celular le arrojara la notificación de la celebración. Se
mide el anillo en cada uno de sus dedos. Manda a grabarle unas letras sencillas en la parte
superior, las manos le están temblando cuando lo mete en una caja y le están temblando
cuando se lo da... En el momento en que Jiang Wenxu miró a He Zhishu tomar el anillo, se
sintió conmovido y los ojos le comenzaron a llorar.
Sintió que era lo mejor del mundo.
¿Pero cómo fue que lo perdió? Jiang Wenxu está un poco avergonzado. La primera vez que
estuvo ebrio fuera de su casa, intoxicado y desconcertado, esa noche y en medio de su
delirante travesía... Conoció a otro He Zhishu. El hombre era como el He Zhishu de 18 años
de edad. Su Zhishu universitario de cabellos negros y suaves. Sus ojos son claros e inocentes.
Cuándo pregunta por él, también lo llama Jiang Ge, utilizando un tono malcriado. El anillo se
perdió después de esa noche a su lado. Estaba muy borracho como para recordar donde cayó,
o si lo vio o si es que acaso se lo dio a él.
Después de usar el anillo durante nueve años, después de algunos meses sin tenerlo en el
dedo, Jiang Wenxu realmente se sintió incómodo por lo que estaba pasando. He Zhishu no le
prestó atención. Después de todo, era como la representación gráfica de que se estaba
olvidando de él.
Jiang Wenxu pensó en diferentes ocasiones, que podría ir y mandar a personalizar un par de
diamantes para He Zhishu esta vez. Pero las fiestas son muchas, el amante le llama seguido y
la empresa lo mantuvo tan ocupado que se ha retrasado con eso. Como He Zhishu preguntó
de repente, Jiang Wenxu no sabía qué hacer. No sabía que decir, olvidó sus excusas y el plan
de los diamantes pasó a segundo plano.
Jiang Wenxu comenzó a soplarle a sus palillos como para restarle importancia al asunto. He
Zhishu dijo entonces:
—No importa, no era una cosa valiosa... Si se perdió se perdió...
Es como si me hubieras perdido a mí. No dijo la última parte de la oración, se ha
acostumbrado a quejarse en silencio. Incluso ahora puede controlar el ardor de sus ojos
parpadeando solo un poco. Las lágrimas se mezclan con sus pestañas.
Jiang Wenxu carraspea la garganta, traga saliva y sonríe:
—¿No será que solo olvidé donde lo puse? No lo perdí, seguramente está aquí en la casa. De
todos modos, ¿qué te parece si cambiamos a otra joya? Todavía tenemos nuestro vigésimo
aniversario para...
—Voy a calentar más agua. —He sonrió, puso los palillos sobre la mesa y se levantó mientras
se frotaba las manos—: Tú sigue comiendo ¿Está bien?
Jiang Wenxu mira la parte posterior de la nuca de He y no se preocupa en ocultar que está
frunciendo el ceño nuevamente. He Zhishu antes mostraba emoción, pasión. Incluso cuando
estaba enojado, actuaba como si ese no fuera el caso... Ahora los días están vacíos, extraños.
¿Por qué He Zhishu lo hace sentir extraño?
Jiang Wenxu de repente está un poco cansado.

Los diez años en que más te ameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora