capítulo 73

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—No hay necesidad de quitarse los zapatos, simplemente venga directamente. Li Zekun
limpiará el piso después. —El muchacho saludó a Jiang Wenxu con una reverencia y, cuando
cerró la puerta, le sonrió una vez más—. Hace mucho frío afuera, ¿verdad?
La voz del niño era muy pesada, y parecía tener muchos problemas para controlar su
respiración. Realmente no le gusta la cara que se le forma a las personas que tienen esa
enfermedad. Jiang Wenxu le dio las gracias, sin embargo, permanece en busca del hijo del
alcalde. Mira para todos lados y pregunta:
—¿Li Zekun está ocupado?
—Está en la cocina, calentando algo de sopa.
No pasó mucho tiempo antes de que el niño se fuera y en su lugar, Zekun saliera con una taza
de té en los dedos.
—Li Zekun.
Jiang Wenxu se acercó y quiso darle la mano. Li no correspondió el gesto, pero le ofreció un
vaso de agua también.
—Gracias por bendecirnos con su presencia, señor Jiang.
Wenxu se estremeció, su actitud era absolutamente pesada y le miraba como si estuviera
haciéndole un favor. Aún es demasiado joven, pero la forma gruesa de sus cejas le hacen lucir
como alguien mayor. Se sentaron juntos en el sofá de la sala de estar, el televisor seguía
encendido y se transmitía "Tom y Jerry", el volumen no era bajo y el doblaje chino y la banda
sonora eran bastante exagerados de escuchar. Li Zekun, suspiró un poco avergonzado. Tomó
el control remoto y lo puso en mudo.
—A Cheng Xia le encanta ver esta cosa. Ya vio este episodio una y otra vez, una docena de
veces. Me hace ver el comienzo del "Rey León" y la caricatura rara esa de una vaca y un pollo.
Jiang Wenxu sonrió.
—Los niños son así, simplemente les gusta jugar juegos de video y les encanta ver viejas
animaciones.
Los ojos de Li Zekun se han vuelto absolutamente suaves por un momento, y existe el rastro
de una sonrisa cálida surgiendo desde su interior.
—No le encantan los juegos porque siempre termino ganando. Le enseñé como podía ganar
también, pero estaba tan molesto conmigo que incluso escondió mis discos. Era mejor dejar que siguiera viendo al gato y al ratón.
Jiang Wenxu sonrió suavemente, pero el corazón se le vino abajo.
—¿Cómo quiere que le dé las gracias? ¿Cuándo?
Li Zekun recordó su llamada telefónica y esperó pacientemente por una respuesta. Jiang
Wenxu no respondió inmediatamente. Se volvió y dijo:
—¿Está mejor? ¿No ha recibido el trasplante de médula ósea?
Tenía que asegurarse de que la médula no había sido utilizada todavía. El rostro de Li Zekun
estaba algo hundido y se mostró particularmente disgustado por la manera tan familiar con
la que había mencionado a Cheng Xia.
—Ha estado muy mal últimamente, y ahora está usando un medicamento sólido para
estabilizar su cuerpo. Espero que se pueda operar la próxima semana. —Li Zekun no desea
conversar con Jiang Wenxu—. ¿Podemos apurarnos? Tengo que preparar las cosas para
comer.
Jiang Wenxu no esperó más y lanzó inmediatamente las palabras.
—Li, seguramente no ha oído hablar de esto, pero tengo un amante que ha estado conmigo
durante unos quince años.
Jiang Wenxu miró entonces las pocas hojas de té que flotaban en el vaso. Li Zekun,
impaciente, sonrió y dobló una pierna larga sobre la otra.
—Oh... Ya. Una vez lo vi acompañarte a una cena. Se ve bien, es muy guapo. ¿Ese chico ha
estado contigo durante quince años? ¿En serio? Siempre pensé que era más joven.
El rostro de Jiang Wenxu se puso blanco por un momento, y supo entonces que quién era
mencionado por la boca de Li Zekun, era Shen. Li Zekun vio la expresión fea de su rostro y
sonrió ampliamente:
—Ups, ¿me equivoqué?
Jiang Wenxu sonrió.
—Li, usted sabe que los hombres a veces salen a socializar. No siempre tienes que ir a las
fiestas con tu pareja, ¿verdad? Por ejemplo, puedo decir que te vi varias veces antes, y no
acompañado por ese niño.
Li Zekun movió la mandíbula.
—Cheng, mi amor. —Li Zekun no regresó las palabras de Jiang Wenxu. La cabeza de Cheng
se dejó ver tras la puerta de la cocina—. Apaga el fuego y luego ve a tu habitación, cámbiate la
ropa y espérame. Te llevaré a comer fuera.
Li Zekun se percató de que Xia subiera las escaleras antes de enojarse por completo y gritar:
—Tienes muchas pelotas para hablar así frente a mi pequeño.
—El apellido de mi esposo es He. —Jiang Wenxu no contestó la provocación de Li Zekun.
Parece que fue muy abrupto, así que habla sin detenerse—. También tiene leucemia. Fue
tratado por el médico Ai Ziyu en el Hospital General del Ejército Popular de Liberación hace
algún tiempo.
—Oh, entonces lo lamento profundamente.
Li Zekun solo levantó sus cejas cuando escuchó el nombre de aquella horrible enfermedad,
pero no había verdad en sus palabras. No lo lamentaba, ni siquiera le interesaba.
—Su médico lo ayudó a encontrar la médula ósea correcta, pero ahora ya no la tiene.
La voz de Jiang Wenxu ya posee un poco de temblor en ella, y no hay forma de suprimirlo. Li
Zekun ha comenzado a fruncir el ceño, y tiene ya una fuerte corazonada.
—No vino aquí por publicidad... —Li Zekun sonrió con desdén—. Estoy seguro de que la vida
de tu esposo es muy preciada para ti.
La mano de Jiang Wenxu estaba apretada y había una clara mueca de tristeza.
—No importa para que vine, yo...
Li Zekun negó con la cabeza y dijo:
—No digas que no hay una razón para venir, es obvio. Tu amante, esposo o lo que sea que
tengas está esperando por ayuda. Quieres la médula, pero dime. ¿Quién decide qué persona
vive y que persona muere? ¿Crees que mi bebé tiene la opción de ser benevolente?
Jiang Wenxu no dijo nada, solo se inclinó y golpeó la mesa de café con ambas palmas.
—Mi asistente está afuera, con una maleta de dinero. Está listo, esperando mis instrucciones.
Li Zekun entornó la mirada, suspiró y dijo:
—Jiang. ¿Sientes que me hace falta dinero?
—Este dinero no es para usted. Este dinero es para transferirlo a cualquier otra persona que
tenga la intención de donar su médula ósea. ¡Estoy seguro de que Cheng Xia puede esperar
un poco más pero mi He Zhishu no tiene ni una semana!

Los diez años en que más te ameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora