A pesar de lo que le había dicho a ambos hermanos originales, había subido a mi habitación en busca de mis armas que siempre llevaba conmigo, y había guardado muy bien de ambos. Escondí rápidamente varias estacas en mis botas por si acaso, un cuchillo y un arma en mi chaqueta, para atacar a cualquier otro ser que se me atraviese en mi camino. Y por ultimo algo que tal vez podría ayudarme.
—Parece que vas a una guerra…—soltó alguien a mis espaldas, quien menos quería que me descubriera.
—Hay un loco suelto, no creo que prevenir está de más— dije burlonamente pero él no se inmutó.
—Creí que estaba bastante claro que no intervendrías, tenemos un gran problema allí fuera, así que es mejor si mantienes aquí segura…— soltó él como si le hiciera caso.
—lo siento, pero mantenerme al margen no es lo mío, si alguien se mete con mi familia, normalmente acabo con él, sin importarme nada, y adivina, ustedes son las cercano a una familia que tengo…—le dije seriamente antes de pasar por su lado, y él retenerme.
—No valdrá de nada intentar persuadirte, ¿cierto? —Preguntó mirándome a los ojos por lo que sonreí de lado—. De acuerdo, pero ve con cuidado…—comenzó a decir antes de que le sonriera y le besara de repente.
—Sabia que eras más sensato que tu hermano…—le dije al terminar el beso, por lo que sonrió.
—Dame tu celular— me pidió y se lo di antes de que hiciera algo para luego devolvérmelo—. Aquí tienes mi número, cualquier cosa que encuentres me llamas— asentí rápidamente—. Y no dejes que Niklaus te vea, no creo que sea tan comprensivo como yo— volví a asentir antes de salir corriendo.
Miré a todos lados varias veces antes de salir, para no ser cachada por Klaus, pero parece que para mi buena suerte había salido. El camino que me faltaba por recorrer para ver si tenía suerte de encontrar algo era demasiado largo…
Por lo menos tenía una pista de lo que buscaba, alguien que estaba haciendo magia negra, algo muy conveniente. Hace casi dos años me había encontrado con una bruja muy anciana, que me había ayudado en par de ocasiones, ya que no siempre los vampiros han jugado limpio. Ella me ayudó cuando los vampiros estaban aliados con alguna bruja, me había dicho algunas de sus debilidades, pero lo más útil que me dio luego de ver mi marca, y que ahora entiendo porque, fue una extraña brújula.
Me había dicho que podía localizar magia oscura, que ella misma la había hechizado para su aquelarre, ya que algunas de sus propias compañeras habían practicado magia negra, por lo que le encargaron este artifició…
Sin perder más tiempo la saqué de mi bolsillo, y la aguja que antes siempre había estado quieta comenzó a girar hasta estabilizarse.
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El pequeño aparato me había llevado hasta los muelles, un lugar demasiado apartado de la ciudad, incluso me había caído la tarde llegando aquí…. Mirando a todos lados segui el camino que guiaba la brújula, hasta llegar a uno de los muelles, el numero 57, en el cual parecía que aun habia alguien dentro, pues escuchaba una voz proveniente de allí.
Si algo habia aprendido en mi vida como cazadora, era primero, soy una chica y muero asi que debo saber cuando no luchar una batalla que perderé, por lo que luchar con un brujo con magia oscura era algo muy descabellado y estúpido.
Rápidamente me oculté a esperar que quien fuera que estuviera allí saliera, y entonces le seguiría, y pediría apoyo…
Había anochecido cuando al fin alguien salió del almacén, un hombre moreno con un cuchillo en la mano. Esperé un momento y salí de mi escondite, llevándome de nuevo por la brújula que seguro que me llevaría de nuevo con él. Pero algo más extraño ocurrió, la aguja no lo señalaba solo a él, sino que se alternaba entre el este, el brujo, y oeste, en donde estaba el almacén.
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Alaric's Daugther |Elijah Mikaelson|
FanficLa primera cazadora... La última Petrova humana... Una mala combinación si se le agrega dos vampiros originales...