No fue mucho tiempo después de haber llegado al hotel. Alastor, a altas horas de la noche, bajó a paso pausado por las escaleras, cada escalón resonaba haciendo eco contra las paredes y soportes del hall. Aunque relajado, su andar era firme, de no ser por la alfombra que cubre el suelo, hasta los mismos huéspedes desde sus habitaciones se habrían dado cuenta de su nocherniego paseo.
La sombra de Alastor, proyectada por las luces de la noche que irrumpían por los ventanales, se le adelantó para llegar pronto al bar, encender las luces y ponerse manos a la obra. Él, sin ningún apuro, tomó finalmente asiento frente a la barra y, apoyando el codo sobre la misma, esperó pacientemente.
Con gracia y agilidad, la sombra agitó los ingredientes en un mezclador, lanzándolo en el aire y dándole vueltas sobre la punta de uno de sus dedos, espectáculo ante el cual Alastor solo sonreía y negaba con la cabeza. Hasta que finalmente el cantinero dejó caer a través de un colador el brebaje dentro de una copa de martini.
Él solo se quedó mirando la copa servida y después volvió la mirada a la sombra, quien tras hacerlo esperar unos segundos, dejó finalmente caer una cereza marrasquino ensartada por un mondadientes de metal dentro de esta.
Alastor suspiró tras darle un sorbo a la copa, dejar el líquido dar algunas vueltas dentro de su boca y quemar su garganta con el alcohol.
— ¿Tú querrás uno o solo vas a verme beber? —dijo sin interrumpir su cómoda postura, con los codos apoyados sobre la barra.
— ... —inhaló sorprendida.
— Sí, te estoy hablando, no hagas como si no estuvieras aquí. Acércate, yo invito esta ronda —se dio vuelta sobre la silla, sonriendo con todos los dientes.
— ... Fanfarrón, no me has visto —musitó para sí misma sin moverse.
— Sí lo hice, asómate querida, no me hagas ir por ti —eso ultimo tomó un tono picaresco, que podría incluso sonar ligeramente amenazante.
Ella, muy tímidamente obedeció y se acercó hasta la barra, sólo lo suficiente como para que la luz revele su rostro.
Ahí estaba Vagatha, cabizbaja y ceñuda, sujetándose los codos y mirando hacia el suelo.
— No quiero nada —su tono de voz sonaba firme a pesar de mostrarse con tanta timidez.
— Está bien... —contestó entrecerrando los ojos para pensar, segundos después, sacó la cereza de la copa y se puso de pie— ¿Qué hay de una cereza? —dijo acercándose a ella con una mano en la espalda y la otra sosteniendo el mondadientes frente a él.
— Ya te dije que no quiero nada, Alastor —se cruzó de brazos, levantando los hombros y cerrando el ojo.
— Tú te lo pierdes —dijo comiéndose la cereza frente a ella, quien lo miraba de reojo.
Vaggie no compartía muchas palabras directamente con él y siempre que la molestaba, era con más gente alrededor. Esa fue la primera vez que ambos estaban solos, por lo que ella no sabía qué hacer frente a sus insolencias.
—... —sus miradas se cruzaron un segundo, pero ella inmediatamente la hizo a un lado, esperando a que él se aburra y la deje en paz.
Él no iba a permitir que ella solamente le haga ese desaire, así que con la yema de su dedo índice rozó el mentón de Vagatha, pero ella reaccionó haciéndose un poco hacia atrás con expresión de desagrado.
— Querida ¿Siquiera me dirías qué estabas haciendo aquí a estas horas? —extendió sus demás dedos para acariciar con suavidad a la vez que dirigir su mirada para que se crucen.
Aquel momento en que sus ojos se encontraron, la sonrisa de Alastor se hizo más grande al ver la expresión de Vaggie; que con el ojo bien abierto, reflejaba sorpresa y vulnerabilidad. La cual, para su pesar no duró demasiado y se tornó rápidamente en furia.
— ¡Eso no te interesa! —ella golpeó su mano, la cual él llevó a su espalda, pero se quedó de pie junto a ella mirándola al ojo, como si estuviera burlándose.
— Como gustes —dijo al pasar unos segundos— solo quita esa expresión, te queda muy mal —se dio una pausa para mirar al techo, luego darle la espalda y caminar de vuelta al bar, pero se detuvo a mitad de camino para devolverle la vista de reojo por sobre su hombro derecho— una sonrisa te haría ver muchísimo mejor.
— Sonreiré cuando sienta que quiero reír —respondió entre dientes con un tono más bajo pero firme aún. Al oírla, Alastor entrecerró ligeramente los ojos y se quedó en silencio un momento antes de continuar caminando.
— ¿Sabes? —dijo caminando de vuelta a su asiento— Charlie sonríe mucho y se ve maravillosa todo el tiempo... —comenzó en ese momento a sonar la estática de radio— Quizá ella no debería perder tanto de su tiempo con alguien como tú...
Ella, sin creer lo que acaba de escuchar empuñó su mano haciendo tronar sus huesos.
— Cabrón ¡Hijo de perra! —sacó su lanza sosteniéndola firmemente con ambas manos— ¡Tuve suficiente de ti! —gritó corriendo en su dirección para acabar con él.
El sonido de estática aumentó y sin que ella se de cuenta, un tentáculo surgió debajo de ella para envolverse alrededor de su cuello, estrangulándola y levantándola del suelo hasta el mismo nivel del rostro de Alastor, quien repentinamente apareció frente a ella.
Sus ojos brillaban y tomaron la forma de agujas de radio.
Ella intentaba decirle que no podía respirar, pero no salían más que sonidos ahogados. Desesperada, dejó caer la lanza al suelo y sujetó con desesperación el tentáculo que envolvía su cuello, intentando soltarse, pero era inútil.
Finalmente, ella lo miró directo a los ojos mientras comenzaba a salir espuma de su boca y una lagrima se deslizó por su mejilla, ante lo cual la estática desapareció junto al tentáculo, dejándola caer al suelo. Inmediatamente comenzó a toser de rodillas, llevándose las manos al cuello.
Alastor se acercó a ella y le devolvió su lanza, la cual recibió con recelo, quizá porque la hace sentir segura.
— Shhhh —dijo arrodillándose frente a ella y tocando sus propios labios con el dedo índice— no grites, todos están durmiendo.
Se puso de pie, caminó hasta el bar donde se detuvo para beber su trago de un solo sorbo y se retiró hacia las escaleras.
Vaggie, finalmente se levantó, se secó la boca con la muñeca y se recostó sobre uno de los sofás en el Hall. Esa tarde ella no habló demasiado y no pudo cruzar miradas con Alastor.
Notas del autor
WOW! si es la primera vez que lees esta historia dirías:
- Hmmm, nada fuera de lo usual aquí -hace un corazoncito con las manos.
Pero de hecho publiqué este capítulo por primera vez el 2019, madre mía, el tiempo pasa. En fin, el punto es que hice varios cambios (en 2024 ahhahahah), porque sentía que la redacción tenía muchas cosas que mejorar, de hecho haré lo mismo con todos los demás capítulos, principalmente porque este historia tiene un lugar muy especial en mi corazón y porque mucha gente sigue leyéndola, gente la cual también tiene un rincón en mi corazón de autor <3.
Ah, una cosa más :o
Desde hace muchísimo tiempo que me estoy planteando ilustrar los capítulos de este fanfic y de los venideros, obstáculo:
Soy latinoamericano.
Así que si quieres ayudarme a financiar la ilustración de mis historias, considera invitarme un cafecito <3
https://ko-fi.com/un_autor_usual
Así, me estarás ayudando a seguir trabajando en esto, son lo mejor <3 <3.
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Aquellas Noches
Hayran KurguVaggie x Alastor es en mi opinión uno de los ships más vilipendiados del fandom, pero honestamente creo que tiene mucho potencial para explotar el arquetipo del "odio al amor". Vaggie sabe muchísimo de Alastor y lo odia porque le teme, pero ¿podrá e...