10:30 AM lυɴ., 24 de мαrzo
—No sé cómo agradecerle —miré a Anton con asombro.
Él había hablado con la familia Uradel ya que estos no querían que una chica tan joven se hiciera cargo de su hija. Aunque, de alguna manera u otra, Anton los convenció de que yo estaba apta para cuidar de Melanie.
Realmente, me sorprendió su capacidad de convencimiento, pero lo que más me impresionó, es que ganaría 10 dólares por hora si llegaba a conseguir el trabajo; lo cual me parecía estupendo.
Mi labor sería cuidar de Melanie los fines de semana, y durante esos días tendría que estar completamente a la disposición de la señora Mabel; quien me llamaría al celular para darme las instrucciones durante los primeros días de trabajo. Prácticamente, sería como una guía. Ahora por el momento, me tendrían a prueba, y cualquier error que pudiera llegar a cometer durante mi tiempo de servicio, estaría despedida, así que mi deber en estos momentos era pasar tiempo con la niña para ver si la pequeña me daba su aceptación.—No te preocupes, ahora ve a hablar con los padres de Melanie —lo oí decir, interrumpiendo mis pensamientos.
Él, me señaló la enorme y hermosa casa donde me esperaban los Uradel. Entonces, asentí con la cabeza, y con los nervios a flor de piel me acerqué hasta la casa, tocando el timbre.
Una mujer con vestido sheath oscuro me abrió la puerta de la casa, haciéndome entrar. Ingresé con algo de lentitud y timidez, visualizando un hombre de gabardina marrón sentado sobre el sofá del living, y en su regazo, sonreía una adorable niña de grandes ojos marrones.
Caminé a paso lento, con sigilo, apocada ante el sofisticado y elegante ambiente del lugar. Seguidamente, miré a los padres de Melanie.
—Lilith Page, has de saber quienes somos ¿No es así? —preguntó Mabel.
Su distinguida manera de hablar me dejaba en claro su liderazgo.
—Lo sé —respondí nerviosa.
—Querida, si gustas puedo darle las indicaciones a la muchacha —Zayn ofreció a su esposa quien me miraba dudosa.
—Está bien, yo tengo muchas cosas que hacer —dijo acercándose a su hija, despidiéndose de ella con un beso en la frente. Seguidamente se despidió de su marido, pero a diferencia de la niña, a este lo despidió con un simple «adiós».
—Mel, ve a jugar. Tengo que hablar con la señorita un momento —le sonrió a su hija con amabilidad.
La niña asintió obediente y se fue, quedándome a solas con el señor Zayn.
—Tiene una mirada muy dulce —sonreí a su padre, refiriéndome a la niña.
—Ella es la persona con el corazón más puro que conozco —este aseguró con orgullo.
Sonreí leve, entonces el señor Zayn me hizo sentar a su lado. Lo miré sintiéndome más relajada, a diferencia de su esposa, él era una persona más amable y tranquila.
—Bien querida Lilith, mi esposa es quien da las órdenes en esta casa. Y yo respeto sus decisiones, por eso es que me dió una lista de instrucciones para el cuidado de nuestra pequeña. Aquí lo tienes —me extendió un papel, el cual recibí.
—Oh, es extenso —miré la lista, haciendo una mueca de sorpresa.
—Lo es, y no quisiera asustarte. Pero no puedes romper ninguna regla que sale escrita, eso te causaría problemas con mi esposa —negó con la cabeza y luego se levantó del sofá en el que estábamos sentados—. Tengo que seguir con mis labores, cuida bien de mi pequeña.

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𝐒𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 [𝓣𝓮𝓻𝓶𝓲𝓷𝓪𝓭𝓪]
FantasíaMarcada por unos hombres que la violaron y desconociendo sus verdaderas raíces, Lilith Page decide abandonar su tormentoso pasado para comenzar una nueva vida junto a su abuela materna. Sin embargo, tras cumplir su mayoría de edad comienza a desarro...