1:30 PM vιe., 17 de αвrιl
Foreѕт Scнool—¿Me estás escuchando? —lo miré fijamente.
En realidad, Daniel no me había prestado atención a absolutamente nada de lo que estuve hablando.
—Obvio... —respondió por inercia.
Sus intensos ojos azules y su mente recóndita se centraban totalmente al libro que leía entre sus manos.
Puse los ojos en blanco y di un suspiro—. Está bien, cuando termines con eso tendrás que escucharme —aseguré.
Tras ver el interés del chico misterio en su lectura, ubiqué mi silla junto a Daniel para leer yo también.
—¿Qué haces? —preguntó huraño al sentir cómo mi rostro descansaba sobre su hombro.
—Leyendo —respondí sin más, apartando el libro de sus manos para luego sostenerlo y leerlo con más comodidad.
Nos encontrábamos en la biblioteca, y había venido a buscar a mi guía con el propósito de pedir su ayuda para recuperar el libro que me había sido arrebatado hace unas semanas. Mientras tanto, Daniel me observaba cuidadosamente; era algo habitual que solía hacer. Sin embargo, a pesar de su mezquindad, no me apartó de su lado...
Daniel siempre mantenía un carácter adusto, frío e imponente. Pero después de todos los días en que estuve acosándolo como una desquiciada, él de cierta manera se había adaptado a mí y a mis estupideces que hacía con regularidad.
Sonreí leve, sin presentarle atención a lo que leía; era como estar fingiendo estudiar algo mientras tu mente se encontraba en otro mundo, imaginando cosas y haciéndote miles de preguntas sin sentido.
Estando aún mi rostro sobre su hombro, comencé a sentir repentinamente una extraña necesidad por hacer algo, y ese algo, era besar a quien tenía a mi lado.
Volví a mi realidad en cuestión de segundos, y sin llegar a comprender la reacción de mi cuerpo ni la de mi mente, levanté un poco mi rostro hasta quedar a la altura de los labios entreabiertos y sonrosados de mi guía... Daniel parecía dispuesto a besarme, y sus ojos estaban fijos en los míos. Aunque, su expresión era titubeante.
En silencio y algo desconcertados, nuestros labios se encontraron al fin.
Fue un beso suave, tímido, como si dos niños se atrevieran a besarse por primera vez. Pero, había una gran diferencia en este caso. Ninguno de los dos sentía sentimientos hacia el otro, ninguno de los dos experimentaba alguna emoción tras el beso. No obstante, imágenes y visiones de Daniel comenzaron a invadirme por completo, pudiendo ver e indagar los recuerdos alternos de su vida. Aunque, todos eran confusos y nada claros de ver.
De pronto, ambos nos separamos, mirándonos extraño.
—¿Y eso por qué? —le pregunté con el entrecejo fruncido.
—No lo sé, dime tú... Fuiste la que me besó primero —respondió con seriedad, distanciándose un poco al correr su silla hacia atrás.
—No, fuiste tú quien lo hizo —insistí.
Era extraño, como todo lo que me sucedía en realidad. Pero podía jurar que el beso fue debido a un hechizo, uno que sabía a la perfección de quien provenía.
—Darwin... —hablé entre dientes.
¿Cómo pude caer nuevamente en su manipulación?.
—Mi nombre es Daniel, no Darwin —me quitó el libro; que aún tenía entre mis manos.

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𝐒𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 [𝓣𝓮𝓻𝓶𝓲𝓷𝓪𝓭𝓪]
FantasiaMarcada por unos hombres que la violaron y desconociendo sus verdaderas raíces, Lilith Page decide abandonar su tormentoso pasado para comenzar una nueva vida junto a su abuela materna. Sin embargo, tras cumplir su mayoría de edad comienza a desarro...