Cap.- 23 Rota por dentro

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1:40 PM мιé., 22 de αвrιl
Foreѕт Scнool

—Por fin te encontré…

Alcé la vista a mi derecha, centrando mi atención hacia Alba quien me observaba algo confusa.

Al ver de quien se trataba, volví a mirar al frente. Me encontraba junto a Calvin, sentada en el sitio más apartado del patio mientras observaba a quienes paseaban por el instituto.

—Lo siento, se me quitó el hambre así que decidí no ir al comedor —esclarecí haciendo una mueca de desagrado tras recordar la conversación que tuve con Mason.

—Vale, y ¿Por qué tan sola? —sonrió algo burlesca, mirando a quien estaba sentado junto a mí.

Los despiertos ojos marrones de Calvin se clavaron en los de mi amiga, y como era de esperarme, prontamente alzó la voz.

—Ay querida, siempre tan simpática —el peliazul la miró de pies a cabeza, y sus rojizos labios entreabiertos dibujaron una sonrisa irónica; algo que molestó a Alba.

—¿Qué haces con esta perra? —bufó mi amiga cruzándose de brazos.

—No le hables así… Además, ¿Olvidas que él está en mi grupo? Nos estábamos poniendo de acuerdo para el poema del viernes, y como hoy no vino Lía a clases, Calvin le avisará —comenté dando un suspiro.

—Bueno, disculpen mi interrupción damiselas, pero tengo que ir a buscar a mi hermana —dijo el peliazul con algo de prisa, levantándose de la banca en la que estaba sentado junto a mí—, bye treasure… —se despidió de mí con un beso en la frente, y luego miró a mi amiga—. Bye bitch —sonrió como una diva, para finalmente irse del lugar.

Reí levemente mientras lo veía marcharse.

—Lilith, él habló pestes de ti junto a Lía y Cloe —espetó Alba frunciendo el entrecejo.

—Ya se disculpó conmigo, a parte… Es divertido y me hace olvidar de mis problemas.

—¿Y yo no te hago olvidar de tus problemas? —preguntó ofendida, sentándose junto a mí.

—Es diferente —me encogí de hombros, mirándola con una actitud un tanto adusta.

—¿Qué lo hace diferente?

—Ay Alba ¿Por qué mejor no te vas con Darwin?

—Porque quiero estar contigo, eres mi mejor amiga… Pero últimamente es como si no te conociera.

—Ya, las personas cambian —sonreí algo molesta, desviando la mirada hacia el resto de estudiantes que se encontraban en el patio del instituto.

—Tal vez no cambiaste Lilith, quizás simplemente nunca fuiste lo que pensé.

—Oh, en verdad lo siento… Pero a veces, debes aceptar las cosas como son y no como quieres que sean.

—Joder chica, me he fallado mil veces a mí, por no fallarte a ti.

—Quiero estar sola ¿Vale?… Ya vete —ordené mirando mis manos, las cuales recargaba sobre la fría y desgastada banca de madera.

—Vale, está bien... Igual es mi culpa por esperar algo de ti.

Mordí mi labio inferior y me giré para verla, pero Alba ya se había ido.

—Joder —mascullé sintiéndome estúpida.

No comprendía mis acciones, ni mis sentimientos… Mucho menos mis pensamientos y deseos. 

Por instinto cerré los ojos durante unos segundos, agachando la cabeza a la vez que recuerdos de mi vida comenzaban a hacerse presentes. Nada de lo que recordaba era bueno…

𝐒𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 [𝓣𝓮𝓻𝓶𝓲𝓷𝓪𝓭𝓪]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora