𝐒𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 [𝓣𝓮𝓻𝓶𝓲𝓷𝓪𝓭𝓪]

Cap.- 29 Busca tu luz

4:53 PM doм., 26 de αвrιl
Boѕqυe Reвelwood

Las yemas de mis dedos rozaron el húmedo y tibio césped en cuanto me arrodillé sobre el suelo.

—Currens locus —cerré los ojos.

Al instante, pude verlos con claridad.

Evan estaba en la cabaña junto a Mel. Ambos jugaban naturalmente, y mis nervios se esfumaron al momento en que sentí las intenciones del casanova hacia la bestia escurridiza; solamente él quería compartir un momento grato con su hermana.

Ya relajada, exhalé el aire que mis pulmones retenían por la angustia y me dispuse a levantarme del suelo. Pero, una visión me interrumpió; invadiéndome por completo... Me veía a mí, a mí mientras asesinaba a Abraham nuevamente, y a lo lejos, se encontraba el agente Frank, observándome entre las sombras de los árboles...

Me levanté del suelo con brusquedad, maldiciendo por lo bajo.

—Él estuvo observándome cuando maté a papá... —llevé las manos hacia mi rostro pasmado.

No podía quedarme así, tenía que buscar a Frank y saber si él realmente me había descubierto, porque de ser así ¿Por qué aún no había levantado cargos contra mí?.

5:30 PM

—¿Se encuentra el agente Frank Müller? —la miré detenidamente.

Algo me decía que la chica quien tenía frente a mí, la había visto con anterioridad.

—¿Para qué lo buscas? —ella me miró curiosa.

—Para... —sin poder terminar la frase, recuerdos se hicieron presentes y entonces pude reconocerla—. ¿Eres Juno?

Ella sonrió confundida—. Sí ¿Te conozco?

—Lo dudo —me encogí de hombros—. ¿Eres hermana de Frank?

—Mm... Sí —respondió insegura.

Aunque no le creí, no seguí preguntando ya que Juno me hizo entrar a la casa.

Estando sentadas sobre el sofá del living, me dispuse a hablar nuevamente—: Venía porque necesito darle información al agente sobre las jóvenes asesinadas que se han encontrado recientemente.

Aunque los asesinatos eran ciertos, mi visita no había sido para hablar de aquello, sino para saber realmente si la visión que tuve en el bosque fue verdad.

—¿Te gusta mi hermano? —preguntó de repente.

—¿Disculpa? —la miré extrañada—. Solo vengo por información... Digo, para dar información.

—O sea que él no te importa en lo absoluto —dijo aún con la mirada fija en la mía.

—No —reí confundida—. ¿Por qué?

Ella se encogió de hombros—. Me alegra que así sea.

—Vale... —fruncí el entrecejo, extrañada ante el comportamiento de la chica—. ¿Podrías llamar a tu hermano? Por favor.

—Estás hablando con él en este instante, yo soy Frank —sonrió divertida.

Desvié la mirada hacia la puerta, pensando seriamente si era mejor huir o reírme de lo que Juno acababa de decir.

—¿No me crees? —ella tomó mi mano.

Ante el tacto de su piel sobre la mía, me hizo sobresaltar—. Eres una chica ¿Cómo vas a ser Frank? —la miré quitando su mano de la mía.