Capitulo 24.

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Pasaron con lentitud las horas junto a Momo. La mayoría del día intenté aparentar la mayor naturalidad posible, pero cada vez que nos besábamos o tocábamos, no podía evitar pensar en Nayeon.
Me sentía incómoda besando a Momo, respondiendo a sus caricias, a sus "te amo..." pero tampoco tenía los ovarios como para cortar todo de raíz.

Finalmente, después de mi fantástica actuación, se acercaba la hora acordada con Jihyo y me dirigí al lugar.
Una vez en el me senté en una de las mesas del fondo de la cafetería, estuve esperando un par de minutos hasta que entro una de mis mejores amigas por la puerta de la cafetería.

Entró amistosamente en esta, saludando con amabilidad a los empleados que se encontraban en el mostrador, pero una vez me localizó en el local su rostro se transformó por completo. Su aura de amabilidad había desaparecido y en sus ojos se reflejaba mi muerte.

—Hola Park, ¿Cómo estás? —Le sonreí incómodamente intentando librarme de mi terrible destino.

—Hola. —Contestó secamente y pasó a sentarse en la silla que se encontraba frente a mi.— Bien.—me miró de arriba a abajo con desprecio.

Pasaron unos minutos y los camareros vinieron a tomar nuestras órdenes, simplemente unos cafés si  importancia.
Una vez se fueron, Jihyo volvió a hablar.

—Bueno y ¿qué tienes para decir?

—¿Yo?—Fruncí el ceño.— P-Pero si tu querías conversar...

Jihyo suspiró pesadamente y rodó sus ojos en forma de desagrado.

—¿Piensas que está bien lo que están haciendo?—Preguntó directamente sin ningún cuidado.

—¿Quiénes?— Intenté evitar el tema aunque era demasiado estupido hacerlo.

—A ver...—Tomó aire intentando calmarse y no romperme la cabeza contra la mesa. —T/n... ¿Soy tu amiga no?

Asentí con la cabeza sin soltar una palabra.

—Pero también sabes que tengo una fuerte relación con cada una de mis niñas...—Dijo refiriéndose a las integrantes. —Por lo cual, no me gustaría que nada del mundo las lastimase. Ni a ellas, ni a ti... —hizo una pausa puesto que había llegado el chico con nuestra orden. — Entonces... ¿Puedes decirme que ocurre contigo y Nayeon?

—¿Nayeon y yo?

Jihyo asintió.

—Nada —Reí levemente para disimular.— Somos amigas nada más.

—¿Amigas?

—Sí. —Afirmé con seguridad.

—Ah...—Frunció el ceño— Es, ¿Es extraño sabes?... a nosotras nunca nos has mirado como miras a Nayeon... Mucho menos mirarnos las bocas como si fueras a morir... —Alzó sus cejas.

—Qué dices haha..—Reí nerviosa.

—Vamos T/n... Quiero la verdad, sabes que puedes confiar en mí ¿No?

Mi risa poco a poco fue disminuyendo... Hasta quedar en silencio..

Jihyo ya nos había atrapado... no podía estarle mintiendo tan descaradamente en su cara.

—¿Están saliendo? —Preguntó Jihyo con algo de firmeza pero al mismo tiempo con sutileza.

—Sí...—Murmuré algo bajo, pero lo suficientemente alto como para que pudiera escucharme. —Algo así...

—¿Algo así? ¿Momo sabe? —Hizo una leve pausa— O ¿la estás engañando?

Mierda, ¿Podrías ser un poco menos directa?

Juntémonos a ensayar. (Nayeon y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora