Juntémonos a ensayar. (Nayeon y tú)

Capítulo 6.

Abrí los ojos como platos, no podía creer lo que acababa de decir.

-¿N-Nayeon..?-Le pregunte devuelta a Jaime. Él se veía atónito y simplemente me miraba con el ceño fruncido.

-¿Eh..? ¡Si! ¡Así acabas de llamarme!- Estaba molesto, demasiado molesto. Se podía ver en su rostro el descontento.
Y bueno lo entiendo no debe ser lindo que estés follando con alguien y giman el nombre de alguien más.

-Jaime yo..

-No. no digas nada, está bien.-Dijo mientras subía sus pantalones.-Debo volver al trabajo.

Sin dejarme decir nada, se vistió y se marchó.
Quedé exactamente en la misma posición en la que él me había dejado. Bajé del mesón y comencé a reunir mis prendas de ropa para vestirme.
Luego de eso me fui a la cama, debía descansar de este día tan extraño.
Me acosté y cerré mis ojos inmediatamente intentando dormir pero mis pensamientos no me lo permitían.

No podía dejar de pensar en qué mierda acaba de pasar. No encuentro una explicación lógica para esto.

¿Cómo he podido fantasear con una chica que apenas acabo de conocer?

Si no fuera porque Jihyo gritó su nombre todo el ensayo por estarla regañando ni siquiera sabría como se llama.

Ademas ¿Fantasear con una chica que ya me odia? No puede ser.
Vamos, de que es hermosa, lo es. Y de que está más buena que la pizza también pero.. ¿Tan rápido querer cogérmela?-Pensé tras girarme por vez número mil entre las sábanas de la cama.

Aún así no me explico ¿Por qué ella?
Es decir, no es la única hermosa del grupo, además la primera en captar completamente mi atención fue Momo..

Sí , pero fue Momo porque aún no habías visto a Nayeon..- me hablé a mi misma.
¿Qué? Es como si mi subconsciente me quisiera contradecir cada vez. Como tener dos personalidades.

Bueno da igual, no le daré más importancia al tema, supongo que fue.. simplemente casualidad.

Te encuentro en mis pensamientos por casualidad, Nayeon.

Sin más dilación caí dormida mientras pensaba una y otra vez en la chica con dientes de conejo.

A la mañana siguiente me levanté temprano, así me acostumbraba a mi horario y evitaría llegar tarde al trabajo.
Como rutina de siempre, me baño, me maquillo, me visto cómodamente y salgo de mi departamento.

Una vez abajo me encuentro con Jaime.
Esperando como siempre sus preguntas y ganas de hablarme, como todos los días... pero hoy no ocurrió.
No hubo preguntas.
No hubo coqueteo.
Nada.

Simplemente se limitó a abrirme la puerta y a darme una sonrisa muy fingida.
Le devolví la sonrisa un poco apenada.
¿Seguirá molesto por lo de anoche?.- Pensé mientras caminaba hacia donde tomaba los taxis todos los días.

Bueno creo que está exagerando un poco ¿no?
Es decir, entiendo que esté molesto, realmente lo entiendo. A nadie ha de gustarle que te confundan o que piensen en otra persona cuando tienes sexo pero.. no es para tanto ¿no..?
Si de todas maneras no somos nada, el no es mi novio como para ofenderse tanto.

Hice parar el taxi más cercano y me subí.

Bueno, que te den Jaime, no me interesas, si esperas que lo sienta toda mi vida, pues no. Olvídalo.