Capítulo 25.

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-Nayeon's Pov-

—Jum...— suspiro mientras me dejo caer sobre la cama con mi teléfono entre las manos.

Ayer, luego de tener a T/n unos días a mi lado volvió a casa y desde ese entonces no he sabido nada de ella.
Sé, tengo bastante claro que no me hablará si tiene a Momo cerca pero, siempre en algún momento del día, ese tan esperado mensaje llega... excepto hoy.

Ya es bastante tarde y no ha sido capaz de decirme nada, ni siquiera preguntarme cómo estoy... nada.

—¿No creo que cagues al lado de Momo o si?— Pensé para mi misma.

Y... ¿Y si se había arrepentido?
Quizás la culpa la estaba consumiéndola y se había arrepentido de todo esto, y ya no quería tener nada más que ver conmigo..

No.. no puede ser eso T/n no desaparecería así como así...

O quizás para ella esto no significó nada y simplemente aprovechó su oportunidad de conseguir algo de consuelo por el momento...

Eso... eso me rompería el corazón.

—Ya estoy pensando estupideces...—Dije en voz alta.

Me quedé un par de minutos mirando hacia el techo, pensando una y otra vez porqué mi amada no tenía ni un interés en hablarme... hasta que unos pequeños ruiditos en el piso del departamento llamaron mi atención.
Eran pisadas, pequeñitas, como de patitas enanas. Se acercaba con algo de torpeza pero al mismo tiempo con mucha gracia mi pequeño Pomeranian, Kookeu.

El ver su pelito esponjoso tambalear al ritmo de su caminar me hizo sonreír.

Dió un gran salto y se subió a la cama conmigo.

—Hola bebé...—Dije tomándolo entre mis brazos.

Lo acerqué con cuidado hacia mi rostro, al parecer pudo sentir que algo mal andaba en mi, se percató de mi tristeza, por lo cual, decidió atacar mi rostro llenándolo de lametones.

—Hahaha...Kookeu...—Dije entre risas mientras seguía esparciendo sus pequeños besitos.

Comencé a jugar con él con mis manos, moviéndolas de un lado a otro, rascándolo, haciendo que de felicidad moviera su colita esponjosa de un lado a otro.
Nuestro juego fue interrumpido por una video llamada de Mina.

—Buenas noches dientona— Dijo una vez atendí la llamada.  Reí y giré los ojos en señal de haber entendido su broma.

—Hola amiga, ¿a que debes el placer de llamarme?

—Pues quería saber de ti, ya que andas desaparecida. No me has llamado, ni nada, ni siquiera me has escrito para declararme tu amor por la fea de nuestra coreógrafa. —Mina río. 

—Es preciosa y te consta. —Le levanté una ceja.

—Para gustos colores...—Hizo una pausa.— ¿Venga y me vas a contar porqué no sé nada de ti?

—Pues no hay mucho que contar, Minari...—Evité mirar hacia la pantalla.— He estado en casa, con Kookeu — Dije evitando soltar lo que había pasado entre T/n y yo.

Juntémonos a ensayar. (Nayeon y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora