10. Donde se esconden mis demonios

200 16 1
                                    


—Fue hace ocho meses atrás. Antes sabíamos de la existencia de Dominic sólo porque los Fairwood se lo cruzaban en las reuniones del Consejo. El año pasado fue la primera vez que mi hermano asistió porque acababa de cumplir los dieciocho. Cuando terminó la reunión, volvió totalmente furioso porque había tenido una discusión con Ravenscar padre. Simplemente porque no estuvo de acuerdo con él, el Inquisidor quiso echarlo de la reunión diciendo que nuestra familia no era digna de estar en el Consejo.

—No puede hacer eso —intervino Alec—. Todos los cazadores de sombras mayores de dieciocho años tienen el derecho y hasta la obligación de asistir a las reuniones de la Clave.

—Exacto. Por eso Julian estaba furioso, aunque eso no es todo. Ya habíamos escuchado por parte de los Fairwood que los Ravenscar eran gente prejuiciosa, irrespetuosa y engreída que se creían los dueños del mundo sólo porque su familia tenía dinero y su padre un cargo importante. Después de eso, vimos un par de veces al Inquisidor en la casa amenazando a Angeline e irse dando portazos. Ella nunca nos contaba lo que le decía, aunque siempre terminaba angustiada cada vez que él venía. Pasamos las siguientes dos semanas de viaje; nos quedamos un tiempo en Colombia y Paraguay antes de volver a Argentina. Días después de que llegáramos regresó junto a su hijo, Dominic, para "supervisarnos" y lo dejó viviendo con nosotros.

Vicky nunca se iba a olvidar de la primera vez que lo vieron: prácticamente escondido detrás de su padre, como un niño asustado que lo último que deseaba era estar ahí. Como soportaba cabizbajo la negativa de los Fairwood ante la imposición del Inquisidor. <<¿Cuál es el motivo? >> había exigido saber David. Nunca hubo una respuesta concreta. Terminaron aceptando por pena. Esa fue la única vez que había sentido empatía por Dominic.

—Siempre supimos que era un malcriado y un tonto, pero al menos no demostraba que era un desgraciado. Al contrario, aparentaba ser agradable a pesar de que no se podía confiar del todo en él. Hasta ayudaba a Angeline con la casa y decía que lamentaba la actitud del Inquisidor hacia nosotros. Se acercaba más a Laura y a Evan al principio, porque al no comportarse como un infeliz, terminó haciéndoles creer que no tenía nada que ver con su detestable padre. Conmigo tenía menos contacto, aunque siempre hacía lo posible para acercarse a mí. En su momento supuse que la razón era que casi nunca le hablaba y eso le llamaba la atención. Supongo que siempre supo que yo era desconfiada, pero el que más desconfianza le tenía era Julian. Pero mi hermano nunca lo demostraba, al contrario: era el que más se relacionaba con Dominic, y para sorpresa de todos, nunca peleaban ni nada por el estilo. Sin embargo, nunca me dejaba sola con él.

Iba recordando todo a medida que lo contaba. Las bromas, las risas, las cenas con Angeline y David. Ver a su hermano todos los días... Parecía haber ocurrido en otra vida.

—Fue en los últimos días de su estadía cuando todo comenzó a desmoronarse. Mi hermano estaba muy raro: pasaba la mayor parte del tiempo fuera de casa y cuando Evan se ofrecía a acompañarlo decía que quería estar solo. Una de esas noches en las que llegaba borracho, me dijo que juraba haber visto al Inquisidor Ravenscar el día en que...en que mi madre murió. Decía que todo era su culpa.

La imagen de su hermano ebrio queriendo golpear a Dominic apareció en su memoria. Y ella se había disculpado con él, avergonzada. Ahora deseaba regresar en el tiempo y haberle creído a su hermano. Sintió rabia hacia ella misma.

—Yo estaba preocupada pero intenté no escucharlo. Pensé que no sabía lo que decía. Pero al día siguiente me volvió a decir lo mismo estando sobrio. Me dijo que cuando lo conoció, en la reunión, estaba seguro de que lo había visto antes. —Vicky se rodeó con sus brazos. —Por una parte, a ese hombre lo creía capaz de cualquier cosa. Por otra, éramos muy pequeños cuando eso pasó y yo no lo había visto, o eso pensaba. No tenía ninguna certeza, y prefería creer que ese hombre no era él.

Los Hijos del CírculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora