OLIVIA
—Soy Frank Holden, el guardaespaldas personal del señor Donovan.
El hombre me extendió una mano para presentarse. Lo primero que pensé en cuanto lo vi era que sus pintas acojonaban, y mucho. Tenía cara de sicario y una presencia que imponía bastante. Sin embargo, su voz era calmada, cosa que me resultó un poco chocante. Me abrió la puerta de los asientos traseros.
—¿Necesita ayuda para subir al...? —De un salto, estaba dentro. Una expresión divertida rompió con la seriedad de su rostro—. Ya veo que no.
Me dejé caer sobre los asientos y me puse el cinturón, mirando de reojo al tipo que se suponía que iba a llevarme con el mánager de Seven Days para firmar el contrato de confidencialidad antes de empezar a trabajar con los chicos.
—¿Está emocionada, señorita West? —me preguntó al poco de salir de mi calle.
—Sí, claro.
El hombre me miró a través del espejo retrovisor y curvó los labios en una pequeña sonrisa, como si supiera que estaba mintiendo.
—Los chicos le caerán bien, ya verá. Los cuatro tienen muchas ganas de conocerla. Especialmente, Kyle.
No contesté. Le dediqué una sonrisa nerviosa y desvié mi atención a mis botas negras, empezando a mover las punteras con nerviosismo. Socializar no era lo mío, así como tampoco lo era mantener las típicas conversaciones de rigor con alguien a quien lo más probable era que no fuera a ver el resto de mi vida. Sin embargo, traté de ser amable y responder a sus preguntas.
—¿Es la primera vez que participa en algo como esto?
—Sí.
—¿Y es fan de Seven Days, señorita West?
—Eh... más o menos. ¿Y tú?
El hombre me miró, sorprendido, a través del espejo retrovisor.
—¿Me está preguntando si soy fan del grupo de los chicos?
—Pues... ¿Sí?
Frank entrecerró los ojos y tardó un par de segundos en contestar. Paramos en un semáforo en rojo y aprovechó para girarse y mirarme.
—¿Le cuento un secreto, señorita West? —Asentí con la cabeza—. No me gusta la música de los chicos.
Mis labios se curvaron con diversión.
—¿Y trabaja para ellos?
—Y los aprecio como si fueran parte de mi familia —añadió—. Pero eso no quita que su música me provoque dolor de cabeza.
Hacía casi dos años, Meg y yo fuimos a ver a Seven Days a uno de los conciertos que dieron en Atlanta. Fue la primera vez que los escuché en vivo, y me quedé a cuadros cuando vi que sonaban exactamente igual que en las sesiones de estudio. Muchos artistas hacen unas versiones acústicas increíbles, pero luego en directo no logran estar a la altura. Sin embargo, la voz de Kyle Donovan en directo era alucinante. Eso tenía que reconocérselo.
Frank aceleró cuando el semáforo se puso en verde. Yo me moví sobre el asiento, intentando ponerme cómoda. Al hacerlo, la puntera de una de mis botas rozó algo. Me hice hacia delante, entrecerrando los ojos para descubrir a qué le había dado una patada. Me di cuenta de que era una libreta. Pequeña, con la tapanegra y el grabado de dos pájaros y cuatro hojas de roble en la portada. Una cinta elásticadel mismo color la mantenía cerrada. Me agaché para cogerla. Su tacto era suave, parecido al cuero, aunque dudé mucho que lo fuera, ya que tenía un olor sintético.
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Seven Days ✔️ [Seven Days #1]
RomanceKyle Donovan, el cantante de Seven Days, ha ido acumulando escándalos, malas decisiones y secretos. Olivia West, la chica que protagonizará su próximo videoclip, tiene muchas preguntas, deudas y problemas. La química entre ellos es indudable, pero t...