KYLE
—¿No podemos escoger a la chica al azar? Me estoy aburriendo y tengo hambre —se quejó Cole.
Mi mejor amigo soltó un bufido y se dejó caer hacia atrás, estando a punto de volcar su silla, de no ser por los reflejos de mi hermano mayor, quien logró agarrarlo a tiempo.
—Miller, como no cierres la boca, a la próxima dejo que te caigas y te partas el cuello —le advirtió, volviendo a poner la silla recta de un empujón.
Yo cogí aire y apoyé los codos contra la mesa de madera que tenía delante. Agaché la cabeza y me pasé las manos por el pelo, frustrado. Llevábamos más de dos horas intentando encontrar a la chica que protagonizaría nuestro próximo videoclip y cada presentación que veíamos era peor que la anterior. A nuestro mánager se le había ocurrido la brillante idea de anunciar en unos cuantos institutos —incluido en el que estudiamos mi hermano y yo en su día— que necesitábamos a una chica de diecisiete años para que protagonizara nuestro próximo videoclip. Esa fue la única información que se les dio. No se les dijo sobre qué iba la canción ni cuál sería su papel. Con esto queríamos hacer una criba bastante grande, pero no lo habíamos conseguido puesto que de muy pocos institutos habían salido más de quinientos vídeos. Lo único que tenían que hacer era grabar una pequeña presentación de ellas mismas que durase menos de un minuto. Pues solo diré que la mayoría de las chicas estaban consiguiendo que los suyos fueran los sesenta segundos más largos de toda mi existencia.
—No podemos echar a suertes qué chica va a salir —dije. Cole me miró con el ceño fruncido—. Necesitamos a una pringada, no a una animadora.
—Pues miramos las miniaturas, escogemos a la más fea y listo —resolvió Cole.
—Me parece buena idea —coincidió Dallas, quien estaba jugando con un cubo de Rubik y apenas prestaba atención a los vídeos.
—Claro, como no eres tú el que tiene que besarla... —respondí molesto.
Me estiré y se lo quité de las manos, dejándolo con brusquedad sobre la mesa. Dallas me miró con indignación.
—Eh, que estaba a punto de terminarlo... —se quejó.
—Conway, ¿quieres centrarte y echarnos un cable?
El bajista de nuestro grupo suspiró, miró el portátil con pereza y se levantó de su silla.
—Venga, aparta y déjame buscar a mí un rato. —Me empujó para que me levantara de la silla y ocupó él en mi sitio.
Hizo más grandes las miniaturas de los vídeos y, tal y como había sugerido Cole hacía unos minutos, comenzó a fijarse en las imágenes.
—Muy guapa, demasiado maquillada, demasiado sonriente...
Empezó a descartarlas a una velocidad vertiginosa.
—Y a esto lo llamo yo ser productivo. —Cole le dio un par de palmaditas en la espalda—. Así se hace, pelirroja.
Dallas le sacó el dedo de en medio mientras seguía desechando vídeos. Yo miré de soslayo a James, esperando que pusiera un poco de orden, pero mi hermano mayor se encogió de hombros.
—Déjalo. Lo mismo tiene suerte y encuentra a la chica perfecta.
Al final, me dejé caer en la silla de Dallas y desistí en mis intentos de convencerlo.
Lo conocía desde hacía siete años, cuando apareció una mañana en nuestra casa al ver en Facebook el anuncio que pusimos para encontrar un bajista. Evidentemente, lo último que nos esperábamos James y yo era que respondiera al anuncio el hijo pequeño de uno de los matrimonios de actores más famosos de Estados Unidos. Viajó desde Los Ángeles tan solo para hacer una audición para nosotros, que éramos unos don nadie. Con ese gesto ya se ganó nuestro respeto. Luego nos demostró que tenía un talento increíble para la música y que no solo tocaba el bajo, sino que dominaba a la perfección cinco instrumentos más.
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Seven Days ✔️ [Seven Days #1]
RomantizmKyle Donovan, el cantante de Seven Days, ha ido acumulando escándalos, malas decisiones y secretos. Olivia West, la chica que protagonizará su próximo videoclip, tiene muchas preguntas, deudas y problemas. La química entre ellos es indudable, pero t...