OLIVIA
Los ojos azules de Kyle me observaron con deseo, sin embargo, permaneció inmóvil. Observé su cuerpo delante de mí, los músculos de la parte baja de su abdomen, los de su pecho, sus brazos... Solté su mano y deslicé mis dedos por sus tatuajes. Recorrí despacio las olas que tenía grabadas en la piel, los tentáculos del kraken, los detalles de aquel viejo barco pirata... Acaricié también la brújula de su brazo izquierdo, pero esta vez no hice ninguna pregunta al respecto. Levanté la barbilla, viendo que me estaba mirando muy fijamente.
—¿Lo has dicho en serio? ¿Quieres...?
Asentí en silencio con una sonrisa tímida. Kyle tragó saliva.
—Joder... —dijo antes de volver hasta la cama, rodearme la cara con las manos y besarme con fuerza.
Mi espalda chocó de nuevo contra el colchón y no tardé en rodear su cintura con mis piernas, rozándome contra la dureza que ocultaba su ropa interior. Kyle gimió cuando, imitándolo, fui hasta su cuello y le mordí con suavidad. Después, deslicé mis manos de nuevo por los tatuajes de sus brazos. Empezaban por sus hombros y llegaban hasta sus muñecas. Tenía los dos brazos completos y me resultaba increíblemente sexy. Me mordí el labio con nerviosismo antes de abrir la boca y decírselo.
—Me gustan tus tatuajes —dije bajito.
—A mí me gustas tú —respondió Kyle antes de besarme de nuevo en los labios.
Cerré los ojos, gemí contra su boca y envolví su cuello con los brazos. El cuerpo de Kyle volvió a estar sobre el mío y, antes de que pudiera procesarlo, estaba tirando de la pretina de sus bóxers para quitárselos. Kyle se rio contra mi boca. Fue una risa suave e increíblemente bonita.
—No corras tanto —me pidió mirándome con cariño—. No quiero que este momento acabe nunca.
Volvió a besarme. Me dio un escalofrío cuando uno de sus dedos volvió a colarse en mi interior. Llevé mis manos hasta su nuca y deslicé mis dedos entre los mechones de su pelo rubio. Tiré un poco, separándolo de mí lo justo como para mirarlo a los ojos y volver a besarlo. Kyle Donovan me volvía absolutamente loca. Negarlo a esas alturas era absurdo.
—¿Estás segura de que no quieres parar? —preguntó besándome el cuello.
Yo negué con la cabeza. Desde luego que no quería parar. El pequeño problemita es que no sabía cómo narices continuar. En aquel momento, me arrepentí de no haberle hecho caso a Meg y haber leído todos los fanfics eróticos que me recomendaba. Kyle se dio cuenta de que, de golpe, dejé de seguirle el ritmo. Dejé de sentirme tan valiente, me llené de miedos y de dudas y, entonces, me sentí desnuda.
—Ey, ¿qué ocurre? —preguntó dándome un beso en la frente.
Descubrir que debajo de esa fachada de capullo arrogante había un chico cariñoso y atento me provocó un nudo en la garganta.
—Es que yo...
¿Cómo le decías al cantante famoso con el que habías firmado un contrato, en el que quedaba claro que lo último que podíais hacer era acostaros, que le habías dicho que querías chupársela pero en realidad no tenías ni la menor idea de cómo hacerlo porque eras virgen? Como diría Meg: me había convertido en la protagonista de High School Musical en una versión no apta para todos los públicos.
—¿Tú qué?
—Yo...
—¿Qué pasa? ¿Es que eres virgen? —bromeó besándome el cuello.
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Seven Days ✔️ [Seven Days #1]
عاطفيةKyle Donovan, el cantante de Seven Days, ha ido acumulando escándalos, malas decisiones y secretos. Olivia West, la chica que protagonizará su próximo videoclip, tiene muchas preguntas, deudas y problemas. La química entre ellos es indudable, pero t...