CAPÍTULO 3: CONTRATADA COMO LA NUEVA MESERA

198 13 11
                                    

Meiko y Mimi llegaron a la casa. La joven oriunda de Tottori dejó las galletas sobre la mesa, mientras que Mimí fue a la cocina a preparar el té.

- Mimí: Meimei ¿Quieres de mandarina o de frutas tropicales?

- Meiko: Pues... de mandarina, por favor.

- Mimí: Está bien.

Al cabo de unos minutos, el té estuvo listo. 

- Mimí: Meimei, ya está el té.

- Meiko (feliz): ¡Bien! 

Mimí trajo la bandeja con la tetera y los demás elementos, además de azúcar para endulzar la sabrosa infusión que preparó.

- Mimí: Espero que te guste, Meimei.

- Meiko: Lo hiciste tú, no dudo que te ha salido muy rico.

Mimí sonrió, dejó la bandeja con el té y abrazó a su amiga.

- Mimí: Que feliz me hace poder contar contigo amiga.

Meiko se ruborizó, sin embargo, también se puso feliz al escuchar las palabras de Mimí.

- Meiko (ruborizada): Eres muy cordial y dulce conmigo, te quiero Mimí.

- Mimi: Y yo a tí, Meimei.

Meiko correspondió al abrazo de su amiga.

- Mimi: Oye Meimei...

- Meiko: Si, dime.

- Mimi (en tono gracioso): ¿Quieres ser mi novia?

La cara de Meiko se puso como un tomate.

- Meiko (sonrojada y algo asustada): ¡¿QUÉEEEEEEE?!

- Mimi: ¡Jajajajaja! Es broma, Meimei.

- Meiko (mas tranquila): ¡Oye! No vuelvas a hacer esas bromas, Mimí.

- Mimi: ¡Jaja! Lo siento, no volveré a hacerlo.

Mimí y Meiko comenzaron a disfrutar del té.

- Meiko: Mimí, este té está muy rico ¡Eres la mejor!

- Mimí (muy feliz): ¡Gracias Meimei! Es lo menos que puedo hacer por mi querida amiga.

- Meiko: De nada, Mimi. Además estas galletas son la compañía perfecta.

- Mimi: ¡Si! ¡Son muy ricas! De avena con sabor a limón ¡Me encantan!

En eso, Meiko recibió un mensaje: "Hola hija, ya estamos en Tokio ¿Dónde estás?"

- Meiko: ¡Oh! Es mi mamá, ella y mi papá ya están aquí en la ciudad.

- Mimí: ¡Genial! Diles que estás aquí en mi casa.

Meiko respondió el mensaje avisando que estaba en casa de los Tachikawa.

- Meiko: Bien. En un rato volveré a mi casa, espero que no te moleste, Mimí.

- Mimí: Para nada Meimei, la parada de autobús está en la otra cuadra así que te acompañaré.

- Meiko: ¡Muchas gracias Mimí!

- Mimí: Meimei, no debes agradecérmelo. Oye, si quieres podemos reunirnos a hacer las tareas que nos dejaron... es bastante pero creo que si ganamos tiempo, tendremos unos días libres para disfrutar.

- Meiko: ¡Claro amiga! Me parece buena idea.

La joven Mochizuki vuelve a recibir un mensaje: "Bien hija, avísame cuando estés en camino. Por cierto, el señor Fujimoto, nuestro ex vecino abrió  un restaurante aquí en Tokio, se llama 'Tango Carioca', si quieres podemos ir a comer uno de estos días". La muchacha, al leer el mensaje, tuvo una idea.

DIGIMON STORIES: EL SABOR DE UN CRIMENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora