CAPÍTULO 32: ¿Y DAVIS?

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Mientras tanto, en otro sector de la ciudad, Jun Motomiya se encontraba tomando un té mientras hablaba con Joe por videochat.

- Jun: Pues, que pena por esa chica, solo la he visto una vez y apenas la he saludado.

- Joe: Era buena, la primera en hacer amistad con ella fue Mimí, de hecho, ella la integró al grupo.

- Jun: Se que mi hermano se hizo amigo de ella.

- Joe: Los vi charlando una vez, a propósito ¿Dónde está tu hermano?

- Jun: Bueno, ahora está en su habitación, acaba de salir del hospital.

- Joe: ¿Eh? ¿Qué le pasó?

- Jun: Tuvo una operación del apéndice, estaba un poco molesto porque nadie de los chicos fue a visitarlo. De hecho, Yolei y Ken quedaron en ir a verlo pero al final no fueron.

- Joe: Oh... bueno, por mi parte no lo sabía, hubiera ido a visitarlo.

- Jun: Tenía ilusiones de que Kari lo visitara pero, como te dije, nadie fue a verlo.

- Joe: Una pena.

En eso, Shuu aparece al lado de Joe.

- Shuu: Hermanito ¿No debes estar en la universidad?

- Jun: Con tu hermano estamos teniendo una buena charla.

- Joe: Hoy no me toca ir a clases, le comentaba a Jun sobre como era Meiko con nosotros.

- Jun: Es muy triste lo que ha ocurrido con esa chica.

- Shuu: De hecho, me acaban de avisar que hay un detalle que no se vio en las imágenes que envió mi amigo el forense, ya que el cabello lo tapaba.

- Joe: ¿Cual?

- Shuu: Le falta el ojo izquierdo, se lo quitaron.

Jun sintió como un frío se apoderó de ella y Joe no podía creerlo.

- Jun: ¡Cuanta alevosía!

- Joe: Es increíble, que sádico todo lo que ha sufrido, creo... ya no se que decir.

En tanto, en casa de los Tachikawa, Mimí se encontraba mirando el techo, acostada en su cama.

- Mimí: Si llego a tener en mis manos a ese loco... 

En eso, Sora llama a Mimí.

- Mimí (contestando): ¿Hola?

- Sora: Mimí ¿Cómo estás?

- Mimí: Tirada en la cama, sin ánimos ¿Y tú?

- Sora: Igual, no tengo ganas de nada.

- Mimí: El hijo del dueño es quien abusó de nuestra amiga.

- Sora: Si, lo se, Tai me llamó y me contó todo, también me dijo lo que pasó en casa de los Mochizuki, perdóname pero te hubiera dado una cachetada, no quiero que mi mejor amiga pase años encerrada.

Mimí suspiró.

- Mimí: Si, hubieras hecho bien si lo hacías.

- Sora: Es que me importas, Mimí, no quiero que te vuelvas una criminal.

- Mimí: Te lo agradezco, te quiero mucho, amiga.

- Sora: Te quiero, te prometo que vamos a saber la verdad, habrá justicia.

- Mimí: Si, se que así será.

- Sora: Ven a casa, te espero.

- Mimí: ¿Ahora?

- Sora: Si, le diré a Yolei que venga también.

- Mimí: De acuerdo.

Las amigas se verían en casa de los Takenouchi en breve. Mientras tanto, TK y Kari seguían en lo suyo.

- TK (pagando la cuenta): Aquí tiene.

- Mesera: ¡Muchas gracias! Tengan un buen día.

- TK y Kari: ¡Gracias!

- Kari: TK, te agradezco esta invitación.

- TK: No me debes agradecer, ahora vamos a casa, bueno... un rato al menos.

- Kari: De acuerdo, pero al mediodía debo volver a la mía.

- TK: Te llevaré, no te preocupes.

La pareja se levantó y se dirigieron a casa de los Ishida, el amor del uno por el otro ya no tenía lugar a discusiones.




DIGIMON STORIES: EL SABOR DE UN CRIMENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora