CAPÍTULO 13: ¿DÓNDE ESTÁ MEIKO?

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Meiko salió de la casa, el dolor en su parte íntima y en su ano habían disminuido, no obstante, aun cojeaba al caminar. El taxista quiso ofrecer su ayuda para que ella pudiera subir, pero la joven rechazó y agradeció la idea, pese a que su mente estaba enfocada en ajustar cuentas con Ryo, la sensación de desconfianza aún se mantenía.

Al cabo de 8 minutos, llegó a su casa. Pagó el viaje y al bajar del taxi, notó que su papá había salido de la casa.

- Profesor Mochizuki: ¡Meiko! ¡Hija!

- Meiko: ¡Buenos días papá! ¿Cómo estás?

- Profesor Mochizuki: Bien ¿Y tú? Hace dos días que no te veo, tu madre me dijo que anteayer dormiste en casa de Mimí y anoche te quedaste en casa de Yolei.

- Meiko: Estoy bien, si... lamento no haber venido a casa, bueno... iré a desayunar algo.

- Profesor Mochizuki: ¿No desayunaste en casa de tu amiga?

- Meiko: No.

El profesor Mochizuki presentía que su hija no estaba bien, no le agradaba el estado de ánimo de la joven.

- Profesor Mochizuki: Meiko ¿Pasa algo?

Meiko hacía de cuenta que no pasó nada.

- Meiko: No, nada ¿Por qué lo preguntas?

- Profesor Mochizuki: No, por nada, bueno, ve y come algo.

- Meiko: Si, por cierto ¿Hoy no trabajas?

- Profesor Mochizuki: No, me tomé unos días para estar con tu madre y contigo.

- Meiko: Entiendo, creo que es justo luego de que te hicieran trabajar en Navidad.

- Profesor Mochizuki: Digamos que sí, bueno, iré a comprar unas cosas al supermercado, nos vemos mas tarde.

- Meiko: Si, nos vemos.

Antes de irse, el hombre notó que su hija cojeaba al caminar.

- Profesor Mochizuki: Meiko ¿Por qué caminas así? ¿Qué te pasó?

- Meiko: Me caí mientras me bañaba, es todo.

La muchacha ingresó a su casa. El profesor Mochizuki se quedó mirando sorprendido, pero creyó que el estado de ánimo de su hija era producto de ese supuesto incidente.

Mientras tanto, en casa de Yolei, la dueña de casa seguía durmiendo plácidamente, mientras que Mimí despertó.

- Mimí (tratando de despabilarse): ¿Qué hora es?

La joven Tachikawa notó que Yolei seguía dormida, pero en la cama ya no estaba Meiko.

- Mimí: De seguro fue al baño, iré a ver si necesita ayuda.

Mimí se dirigió al baño pero notó que no había nadie.

- Mimí: ¿Eh? Espero que esté en la cocina o en la sala de estar.

Llegó a la sala de estar, vio que su amiga no estaba ahí. Sin embargo, antes de ir a la cocina, se percató de la carta sobre la mesa.

Decía lo siguiente: "Hola chicas, perdón por haberme ido sin avisar, necesitaba volver a casa. Cuando llegue el momento, hablaré con ustedes, realmente necesitaré su ayuda. Las amo, Meiko".

Mimí quedó sorprendida del mensaje que dejó su amiga, sin embargo, se quedó tranquila al saber que su amiga decidió volver a su casa.

- Mimí: Meimei, que tonta eres, me diste un susto.

Minutos mas tarde, Yolei despertó y al ver que no estaban las chicas en la habitación, se fue a la sala de estar donde vio a Mimí. La joven Tachikawa le mostró la carta que Meiko había dejado en la mesa. Luego de desayunar con Yolei, Mimí se lavó los dientes y decidió volver a su casa, mientras viajaba en el autobus, decidió llamar a Meiko.

DIGIMON STORIES: EL SABOR DE UN CRIMENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora