Al otro día, Meiko se despertó a las 8 de la mañana, se dio una ducha y luego de vestirse, fue a tomar su desayuno.
- Meiko: ¡Muchas gracias mamá! Este desayuno se ve muy rico.
- Señora Mochizuki: Buen provecho, hija, debes estar muy entusiasmada por tu primer día de trabajo.
- Meiko: ¡Si! Solo espero hacer bien las cosas.
- Señora Mochizuki: Lo harás.
La señora Mochizuki se acercó a su hija y la abrazó, la joven correspondió al abrazo.
- Meiko: ¡Gracias a ti y a papá por su apoyo!
- Señora Mochizuki: Tu padre está muy feliz por la oportunidad, pero ansía que llegue el momento en que ingreses en la universidad.
- Meiko: ¡Será muy pronto! Solo faltan unos meses.
- Señora Mochizuki: Confío en que te irá muy bien y en el futuro serás una excelente psicóloga.
- Meiko: Es mi sueño.
Meiko tomó su desayuno y luego de eso, ayudó con algunos quehaceres de la casa. A las 10:15, tomó su cartera para ir al restaurante.
- Señora Mochizuki: Meiko, deseo que te vaya muy bien en tu primer día de trabajo.
- Meiko: ¡Gracias mamá! Espero que... (Meiko se quedó pensativa por unos segundos) ¡Ay no!
- Señora Mochizuki: ¿Qué pasa hija?
- Meiko (preocupada): El señor Fujimoto no me dio la dirección del restaurante, aunque yo tampoco le pregunté.
- Señora Mochizuki: Pero hija ¿Por qué te pones así? Enviale un mensaje de texto o llámalo.
- Meiko: ¡Si! Es verdad, pero... no tengo su número ¿Tú lo tienes?
- Señora Mochizuki: Si, déjame revisar la agenda de contactos de mi celular.
La señora Mochizuki tomó su celular y luego de buscar en la agenda de contactos, le dio el número a su hija.
- Meiko: ¡Muchas gracias! Llamaré al señor Fujimoto.
La joven realizó la llamada.
- Hitoshi: ¿Hola?
- Meiko: Hola señor Hitoshi Fujimoto, soy Meiko Mochizuki.
- Hitoshi: ¡Meiko! Que sorpresa ¿Dime en qué puedo servirte?
- Meiko: Es que estaba saliendo de mi casa para ir a su restaurante, pero resulta que se me olvidó pedirle la dirección.
- Hitoshi: ¡Oh! Que tonto fui, olvidé darte la dirección, mi restaurante está ubicado en la calle Paul McCartney 475.
- Meiko: ¿Y cómo puedo llegar hasta ahí?
- Hitoshi: Tengo entendido que vives cerca de la estación naranja del metro, es la línea 3 o tambien línea Ginza. Tienes que tomar el que te lleve hasta la estación de Shibuya, mi restaurante se encuentra frente a dicha estación.
- Meiko: ¡Perfecto! Enseguida voy ¡Muchas gracias!
- Hitoshi: ¡Muy bien! Nos vemos en un rato.
La muchacha cortó la llamada, tomó su cartera, saludó a su madre y se fue directo a la estación del metro. Una vez allí, debía esperar unos minutos hasta que viniera el próximo metro.
- Meiko (pensando mientras aguardaba el metro): ¡Que nervios! Estoy como aquella vez que trabajé con Mimí... espero poder hacer bien las cosas.
Meiko sacó su celular y le envió un mensaje a Mimí para comentarle que había conseguido trabajo.
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DIGIMON STORIES: EL SABOR DE UN CRIMEN
Hayran KurguLa joven Meiko quiere ayudar económicamente en su casa y para ello consigue empleo como mesera del restaurante de comidas sudamericanas ubicado en Shibuya, lo que no sabia es que trabajar allí le terminaría costando la vida. Sus amigos harán hasta l...