CAPÍTULO 9: CUIDARÉ DE MEIMEI

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Todos miraban preocupados a Meiko, la chica necesitaba confesar lo que Ryo le había hecho, pero le era dificil expresarse, por lo que decidió guardárselo.

- Meiko (cabizbaja): Perdón... amigos...

- Mimí: ¡Meimei! ¡¿Qué te sucede?!

- Matt: Meiko, por favor, dinos que te pasa.

Meiko guardó silencio, Sora había terminado de convencerse que lo del supuesto golpe no era verdad. Los demás la miraban tratando de entender qué le pasaba a la chica.

- Tai: Meiko...

- Mimi (abrazando a Meiko): Meimei... por favor ¡Di algo!

- Meiko: Solo... recordé a Meicoomon... es todo.

- Tai, Matt, Ken y Yolei (sorprendidos): ¿Eh?

- Mimí: ¿Meicoomon?

- Sora (pensando): Definitivamente algo oculta, alguien le hizo daño.

- Meiko: Si...  a veces la extraño.

- Tai: ¡Wow! Así que era eso.

- Matt: Meiko, nos preocupaste mucho con esa reacción.

- Meiko: Lo siento.

- Mimí: Meimei...

Mimí le dio un beso en la mejilla a Meiko.

- Ken: ¿Estás segura de que estás bien? 

- Meiko: Si... estoy bien... no te preocupes, Ken.

El celular de Meiko comenzó a sonar.

- Meiko: Es mi celular... está en mi bolso.

Sora sacó el celular de Meiko.

- Sora: Mei, es tu mamá, toma.

Meiko tomó el celular y contestó.

- Meiko: Hola...

- Señora Mochizuki: ¡Hija! ¿Dónde estás? ¿Aún no saliste del trabajo?

- Meiko: Si... estoy en casa de Yolei... disculpa por no avisarte... 

- Señora Mochizuki: Está bien ¿Te quedarás a cenar ahí?

- Meiko: Si...

A la señora Mochizuki le comenzó a llamar la atención la forma en que su hija le respondía.

- Señora Mochizuki: Meiko ¿Estás bien?

- Meiko: Si... no te preocupes... solo... estoy cansada, es todo.

- Señora Mochizuki (no muy convencida): Mmmhh... está bien, cuídate, te quiero.

- Meiko: Te quiero...

Meiko cortó la llamada.

- Yolei: Mei ¿No quieres acostarte un rato? Te presto mi cama si quieres.

- Meiko: Pero... no quiero estar sin ayudar con la cena...

- Yolei: ¡Jaja! No digas tonterías amiga, además, con ese golpe que te diste no podrás hacer mucho.

- Sora: Es verdad, Mei, será mejor que descanses un poco.

Mimí miraba con mucha preocupación a su amiga.

- Meiko: Está bien... 

Yolei y Sora ayudaron a Meiko a levantarse, luego la llevaron a la habitación y Mimí se encargó de llevar el bolso. Una vez en la habitación de Yolei, la acostaron con sumo cuidado.

DIGIMON STORIES: EL SABOR DE UN CRIMENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora