Prólogo

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Se suponía que debía ser el día más felíz en la vida de Seungwoo... bueno, el cuarto. Después del día de su boda, el nacimiento de sus trillizos, y el de Junho... el día del nacimiento de Han Dongpyo debía ser el cuarto día más felíz de sus veinticinco años de vida.

Se había casado con su primer amor a una edad temprana, sin siquiera terminar la universidad se habían convertido en padres de trillizos. Subin, Yohan y Sejun conllevaban más gastos de los que se imaginaron. Lo que obligó a su madre a dejar la universidad para tratar de ahorrar un poco más y sobrevivir los cinco. Con un trabajo, la universidad y cuatro bocas que alimentar, Seungwoo se las arregló para poder sobrevivir y darle lo mejor a su familia. No fue nada fácil, pero Seungwoo logró terminar la universidad y conseguir un mejor trabajo en una oficina. Fue entonces cuando su cuarto hijo, Junho, llegó al mundo. Un niño delicado y pequeñito que se adelantó al tiempo indicado por los doctores. Sus pulmones no estaban bien desarrollados cuando nació. Pero el amor de sus padres y sus tres hermanos mayores lo ayudaron a sobrevivir y crecer de manera sana.

Luego, dos años más tarde, la familia Han esperaba un quinto hijo, Dongpyo. Seungwoo no podía estar más feliz con la noticia, nervioso, pero muy feliz. El cielo le había bendecido con una familia numerosa, hermosa y llena de varones. Su única preocupación sería mantener a toda la familia por su cuenta mientras que su esposa cuidaba a sus cinco hijos. Pero sabía que el cielo lo ayudaría a mantener la familia y que serían muy felices.

Dongpyo quiso llegar al mundo una noche a principio de verano. Ya cuando toda la familia dormía en paz, la madre de los niños despertó a todos entre gritos de dolor, el niño estaba por nacer. Seungwoo llamó a su madre para que se quedara con los cuatro niños y junto con su esposa salió rumbo al hospital lo más rápido que pudo. Allí en el hospital, quería entrar para estar con su esposa en la sala de parto como lo había estado para el de sus trillizos. Pero...

-¡No entres! No quiero que vengas- dijo su esposa entre gritos de dolor.

-¿Qué? Pero habíamos dich- dijo Seungwoo extrañado por el repentino cambio de opinión de su esposa.

- ¡No quiero! Por favor no deje que venga- le rogó a una enfermera interrumpiendo a Seungwoo.

-Señor, lo siento. Debe quedarse en la sala de espera- dijo la enfermera evitando que Seungwoo la siguiera.

Eso lo había confundido mucho. Habían hablando cientos de veces sobre ese día, y habían acordado que Seungwoo estaría ahí en el momento del nacimiento de Dongpyo. Entonces malos pensamientos lo animaron durante esas horas donde se encontró sólo en la sala de espera.

"¿Y si él bebé nace enfermo? No sería extraño nada extraño después del nacimiento prematuro de Junho, ¿no? ¿Y si las cosas se complican? ¿Y si ella muere? "

Esos pensamientos lo abrumaron durante largas horas, hasta que finalmente una enfermera se acercó a él. Con un pequeño bultito entre sus brazos. Seungwoo se levantó rápidamente al verla y la inundó en preguntas.

-¿Cómo estuvo el parto? ¿Y el bebé? ¿Cómo está mi esposa? ¿Ella está bien?

-Señor Han, tranquilo... este niño es Han Dongpyo, su hijo- con esas simples palabras la enfermera calmó el corazón angustiado de Seungwoo, quien miró rápidamente los brazos de la enfermera, viendo a un bebé hermoso y saludable.

-Dongpyo... mi bebé- dijo conmovido al ver finalmente el rostro de su hijo menor.

-Nació a las 5:54 am- le avisó la enfermera. -Está completamente saludable y ya su mamá le dió de comer... Cargue a su hijo- la enfermera se lo puso en brazos.

-¿Y mi esposa?- recordó en cuanto lo tuvo en sus manos.

-Ella está descansando, no fue nada fácil traer a este gordito al mundo...- dijo la enfermera tratando de tranquilizarlo. Él sólo asintió y se dispuso a mirar el rostro de su bebé.

-Mi Dongpyo... al fin veo tu carita- dijo acariciando las mejillas redondas de su hijo. -Te pareces mucho a tu mamá- sonrió y se acercó a él para olerlo y dejar un beso en su frente como hacía de costumbre con sus otros cuatro hijos. -Tus hermanos estarán tan felices de verte... serás muy amado y felíz con todos nosotros- siguió diciéndole hermosas palabras a su bebé sin saber que su vida cambiaría en un par de horas.

-Su esposa ya está despierta, señor Han- avisó una enfermera. Rápidamente se levantó y fue detrás de ella hasta una habitación. -Ella está en la segunda camilla- avisó, pues acomodaban a sus pacientes de dos en dos en cada cuarto. Entró en silencio para no despertar a la madre y su bebita que estaban allí junto con su esposa. Sólo una cortina separaba a las dos madres impidiendo verse, así que debía ser muy silencioso.

-Hola, hermosa- dijo en voz baja para tratar de no molestar a la vecina. Una sonrisa tonta y amable se formó cuando su esposa lo miró. -¿Cómo estás? ¿Descansaste bien?- ella no respondió, sólo cambió la mirada. -Ya ví a Dongpyo, es un niño hermoso y saludable como tú... La enfermera dijo que pasaste mucho trabajo para traerlo al mundo- dijo buscando la forma de que ella le hablara. -Tuve mucho miedo cuando me pediste que no entrara contigo... Incluso más miedo que cuando Junho nació- mencionó. -Pero veo que los dos están bien.

-¡Hola! Ustedes deben ser los papás de Han Dongpyo... muchas felicidades, este niño es toda una bendición- una enfermera entró con una carriola transparente con el bebé adentro. -Lo traje para que puedan verlo. Está muy saludable y hermoso- lo tomó para dárselo a su madre, pero esta ni siquiera lo miró. -Señora Han, su bebé está esperando por usted. ¿No quiere tomarlo?- preguntó.

-Toma al bebé y vete- dijo.

-¿Qué?- preguntaron los dos.

- No quiero verlo... Llévatelo- dijo nuevamente.

-SoRa, ¿qué te sucede?- estaba preocupado, jamás la había visto así.

-¡Qué te vayas! ¡¿No entiendes?! ¡No quiero verte! ¡No quiero verlo a él! ¡No quiero ver a nadie! ¡Llévatelo de aquí y no vuelvas!- gritó fuertemente logrando alarmar a Dongpyo y a la bebé de su compañera de cuarto.

-Señor Han, salga de aquí- le dijo la enfermera tomandolo del brazo mientras su esposa seguía gritando desesperada y los bebés lloraban por todo el ruido.

-¿Qué le pasa? Ella no es así- dos enfermeras entraron a la habitación mientras otra se llevaba a Seungwoo lejos de la la habitación junto con su hijo.

-El proceso del parto fue muy fuerte. A veces esto ocasiona depresión post parto, seguramente ha escuchado de eso... su esposa sólo está algo nerviosa, pero se le pasará, se lo aseguro- trató de calmarlo, pero Seungwoo sentía que había algo más detrás de todo su comportamiento.

Los días pasaron. Dongpyo y SoRa ya estaban en casa. La mujer no hablaba, casi no comía, no quería ver a nadie. Seungwoo se tomó unos días de vacaciones para asegurarse de cuidar bien del bebé, de su esposa, y que sus hijos no notaran el extraño comportamiento de su madre. Y con todo el corazón él esperaba que todo volviera a la normalidad, pero no fue así...

-¿SoRa? ¿Estás despierta? Voy a entrar- estaban durmiendo en cuartos separados por primera vez desde que se habían casado hace seis años atrás. -SoRa, ven a comer... Despierta, cariño- se acercó a la silueta en la cama y la tocó con delicadeza, para darse cuenta de que eran sólo un par de almohadas la silueta que pensó ser de su esposa. -¿Qué rayos?- su corazón casi explota al notarlo. -¿SoRa?- la buscó en el baño de la habitación. -Cariño, deja de jugar, no es gracioso- la buscó en la habitación de los trillizos, pero no estaba. -SoRa, ¿dónde estás?- comenzó a desesperarse al no encontrarla por toda la casa. -No puede ser... Ella no pudo...- corrió de vuelta a la habitación donde solía dormir con ella, abrió el armario, encontrando que casi toda la ropa de su esposa ya no estaba. -No...- sus ojos se cristalizaron. - No, no hagas esto...- tomó su celular y comenzó a llamar con manos temblorezcas, pero la llamada lo llevó al buzón de voz. -Por favor...- volvió a intentarlo, pero obtuvo el mismo resultado. Llamó a la madre de SoRa, a su mejor amiga, a las posibles personas que pudieron verla esa noche, pero nadie sabía decirle dónde estaba su esposa.

Ella lo había abandonado.

¿Cómo Ser Un Padre Otra Vez? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora