¿Cómo Ser Un Padre Otra Vez?

Capítulo 26

-"Deberías usar algo sensual."

-"No quiero llamar mucho la atención, Soorim"

-"Oh, claro que sí quieres. Quieres que Seungwoo sólo pueda verte a tí y a nadie más."

-"Pero solo iremos a cenar, no creo que deba exagerar con la ropa."

-"Siempre ve tu lado tierno, deberías enseñarle lo sexy que puedes ser, amiga. Apuesto a que no querrá dejarte ir nunca si le muestras lo sensual que puedes verte"- Hyejin recordaba su conversación con su mejor amiga mientras se miraba al espejo. Había hecho caso al tonto consejo de su mejor amiga. Se vistió con un lindo vestido negro que le habían regalado para su cumpleaños, pero al ver lo corto que era, decidió descartarlo para siempre y nunca usarlo.

-De verdad es muy corto- dijo en voz alta, tirando del borde del vestido para tratar de que cubriera un poco más sus muslos. -Mejor uso otra cosa- se arrepintió. Pero en el momento que abrió la puerta de su armario, se escuchó un auto llegar a su casa, y casi de inmediato su celular comenzó a sonar.

-Acabo de llegar a tu casa- avisó Seungwoo a través de la llamada. -¿Te falta mucho? Puedo esperar.

-Saldré en unos minutos, sólo tengo que ponerme los zapatos- al final, decidió quedarse con el corto vertido negro para que su cita no tuviera que esperar mucho. Sólo se puso unos tacones, tomó su bolso y las llaves y salió de su hogar al encuentro de su primer amor. Seungwoo se había quedado bobo por lo largas y bonitas que eran las piernas de su cita, también su figura delgada resaltaba bastante con el corte del traje. Se veía realmente...

-Hermosa- susurró al verla acercarse a su auto.

-Hola- saludó la chica con una enorme sonrisa entrando al auto de su cita. -¿Qué sucede? ¿Por qué me miras así?- preguntó al ver que Seungwoo no decía nada, y sólo la miraba. -¿Acaso exageré? Debí ponerme otra ropa. Dame unos minutos más, iré a cambiarme.

-Te ves preciosa, Hyejin- la detuvo antes de que se bajara del vehículo. -Sólo pensaba eso mientras te miraba. Así que no tienes que ir a cambiarte.

-¿Estás seguro?- preguntó algo nerviosa.

-Casi me dejas sin aliento- contestó tomando su mano y besándola. Hyejin sonrió con las mejillas sonrojadas, y con un poco de vergüenza y nervios se acercó al hombre a su lado y besó su boca con delicadeza. -Si sigues besándome así, creo que no iremos a ningún lado- dijo en un tono de voz parecido al ronroneo de un gato.

-"No podrá resistirse a tí"- decía Soorim en su recuerdo.

-Deja de decir tonterías- pidió sonrojada, haciendo que Seungwoo riera y arrancara el auto. Camino al restaurante donde cenarían, ninguno podía hablar. Los nervios los consumían a ambos, y no sabían qué decir, así que sólo guardaron silencio hasta que llegaron.

El restaurante al que Seungwoo llevó a Hyejin era un un edificio alto en la capital. Un lugar bastante popular por su deliciosa comida y ambiente romántico. La luz del lugar era tenue, solo había pequeños candelabros en el pasillo para alumbrar el camino de meseros, mientras que en cada mesa había una vela encendida, dándole un toque de privacidad y romanticismo. A vuelta alrededor, enormes ventanales daban la vista más hermosa que pudieran imaginar, la ciudad capital se levantaba con sus hermosas luces en medio de la noche. Dando una imagen de ensueño al hermoso lugar.

- Seungwoo... ¿De verdad hiciste una reservación en un sitio como este?- preguntó impresionada.

-La verdad parecía algo imposible, pero tuve algo de ayuda- se rascó la nuca.