Capitulo 22

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Jaison se fue a su departamento para estar con su hermana. Habían pasado tres semanas desde que Tomás había desaparecido y cada día me recordaba la llamada, pude haberle salvado pero no pude, tenía que elegir y elegí a Jaison. Jaison estaba destrozado respecto a la muerte de su hermano, no quería estar conmigo porque no quería parecer débil al frente mio. Decidí dejar de pensar en Tomás, me levanté y fui al departamento de Jaison y su hermana. Entré y vi a su hermana llorando en los hombros de Jaison, en cuando me vio, me miró con la cara cubierta de lágrimas y odio a la vez. Me culpaba por haber matado a su hermano, pero lo que ella no sabía es que yo también me culpaba cada día por lo mismo, pensando en que podía haber salvado a los dos. Se paró y se fue a su habitación dejándome a solas con Jaison.

-Me odia.

-No es eso- pausó y se colocó frente mio- te culpa por su muerte pero no tuviste la culpa. Te dieron a elegir y no tuviste opción.

-Dícelo a ella, ella es la que me quiere matar.

-Da le tiempo.

-De eso tengo mucho- sonreí.

Escuché como alguien tocaba la puerta. Me alarmé pensando en si era algún caza vampiros que haya quedado vivo y quisiera venganza. Cogí un paraguas y me dirigí a la puerta. La abrí y sin pensarlo dos veces empecé a golpear.

-¡Ey!- escuché a un chico gritar mientras me arrancaba el paraguas de las manos.

-¿Tomás?- me abalancé a abrazarlo- creí que...

-¿Qué hacía con un paraguas?- me interrumpió.

-Creí que eras un caza vampiros y...

-¿Te ibas a defender con un paraguas?

-Si- miré atrás donde Jaison estaba atónico.

-¿Con un paraguas?- repitió y comenzó a reír.

-Fue lo primero que agarré-pausé- ¿no estabas muerto?

-Yo igual me alegro de verte.

-No es eso- pausé- es que estoy sorprendida.

-Si bueno es una larga historia- pausó y observó detrás de mi- ¿hermanito?- Jaison se abalanzó sobre él y le abrazó.

-Anne se alegrará de verte- pausó- ¿regresaste a la vida?

-Algo así- sonrió.

-¿Estuviste todo este tiempo aquí y no se te paso por la cabeza venir a visitarnos?- pausé- no se, por lo menos una llamada y decir “ Ey, estoy bien”

-Lo siento.

-Hola- dijo una chica apareciendo de detrás de Tomás.

Recuerdos del único amor II: En la boca del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora