Capitulo 5

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Seguí yendo por donde venía, al antiguo departamento en el que vivíamos Steven y yo, viejos recuerdos y dolorosos pero tenía que afrontarlo. Llevaba escondiéndome días de la luz del sol, simplemente no quería salir, no quería que la luz rozara mi cara una vez mas porque me recordaría a Steven.

Me daba miedo salir porque temía ver a Steven delante mio herido y apunto de morir, me aterraba cerrar los ojos. Encerrada sin salir veía salir la luna tras la ventana y ver como se reflejaba en mis ojos al igual que la última vez que estuve con Steven. Después de tanto tiempo decidí salir a pasear así recuperarme de mi verdadera ruptura dolorosa. Fui a una fiesta que quedaba cerca del departamento, entré y todas las luces se reflejaban en mi cara molestándome.

-Hola- un chico desconocido se acercó a mi.

-¿Qué quieres?

-Pensaba en que bailemos un poco y...

-Vete- grité.

-Está bien- levantó las manos y ala vez se alejó de mi.

Pasó a mi lado golpeándome en el hombro. Me giré bruscamente y quedé mirándolo con la cara llena de odio con hambre, llevaba días sin comer y no aguantaba mas, necesitaba sentir la sangre de alguien pasar por mi garganta y saborearla en la boca.

-Espera- le detuve.

-¿Qué pasa ahora?

-Siento haberte tratado mal, rompí con mi novio y...

-Te entiendo- sonrió y se acercó a mi.

Comenzamos a bailar al ritmo de la música, moviendo la cintura y la cabeza buscando mas movimientos, empezó a besar mi cuello y apartó la cabeza. Proseguí yo a besarle el cuello y pro seguidamente me levanté.

-No grites- mis ojos se tornaron negros al igual que los de él. Era lo que pasaba cuando un vampiro le daba una orden a un humano. Volví la mirada hacia su cuello y comencé a morderle. Succionaba cada gota de sangre que caía de su cuello, su sabor era indescriptible. Abrí los ojos mientras saboreaba su sangre, busqué entre la gente a mi próxima víctima y con cada gota que absorbía tenía mas y mas ganas de sangre llegando al punto de no querer parar. Seguí observando y entonces vi a Steven mirándome en medio de toda la gente. Me alejé de aquel chico y caminando evitando a cada persona me mirando donde se encontraba Steven, un grito llamó mi atención y me giré a ver quien gritaba, al volver a mirar donde se suponía que estaba Steven, había desaparecido, simplemente se había esfumado. Con tanto ruido empecé a marearme, busqué la salida de atrás para así poder salir al callejón de la discoteca. Salí tropezándome con todo y caí al suelo, veía como la sangre goteaba de mi boca y caía al suelo, como cada gota de lluvia se deslizaba por mi cuello hasta definitivamente calló. Me senté usando mi mayor esfuerzo y entonces vi a ese hombre lobo tirado en el suelo, con la mano en el estómago intentando tapar la sangre que goteaba de ahí. Me acerqué a él observando si aún se guía vivo.

-Princesa- sonrió- nos volvemos a encontrar.

Recuerdos del único amor II: En la boca del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora