Ya sabía todo lo que había sufrido Tomás porque no quería recuperar sus sentimientos y me sentía todavía mas culpable de lo que me sentía. Él tenía razón, no hacía mas jugar con los sentimientos de ellos dos, y no me daba cuenta, no sabía lo que hacía o lo que sentía. Si no me lo hubieran repetido mil veces seguiría jugando a los dos bandos. Debía elegir y esta vez de verdad, no sabía si quedarme con el hermano tierno y considerado o con el hermano malo pero a la vez atractivo que cada vez que lo veía sentía que viviría una aventura con él. Estaba mas confundida que nunca, incluso mas que al principio, estaba decidida de que amaba completamente a Jaison pero entonces llegó Tomás y me ayudó con todo, me hizo comprender lo que era vivir una aventura, lo que era sentirse viva después de morir, en cambio Jaison... me hacía sentir aún sabiendo que en algún momento dejaría de sentir por ser un vampiro, me hacía comprender el sentido de la vida y de el amor. Parecía una estúpida jugando a los pros y los contra con dos persona.
Fui al departamento de ellos, ya tenía decidido a quien iba a elegir, a quien después de tanto tiempo de jugar con dos corazones había elegido a uno. Iba a tocar la puerta, suspiré y aparté mi mano, me di media vuelta para irme pero entonces la puerta se abrió.
-Judit- noté como una sonrisa se reflejaba en sus ojos.
-Jaison, yo...- no pude hablar- yo...
-Tenemos noticias- me interrumpió- iba a buscarte.
-¿Noticias?
-Sobre la cura. Pasa.
Entré al departamento casi temblando y suplicando al cielo que de que no esté ahí Tomás, observándome con sus hermosos y profundos ojos verdes en lo cuales me hundía cada vez que le miraba. Basta, basta de jugar. Me fijé que había otro hombre en el sofá, mirándome fijamente como si me conociera.
-Judit- sonrió él.
-¿Te conozco?- miré a todas partes.
-Era amigo de Steven, me habló tanto de ti- sonrió- es como si te conociera.
-¿De Steven?- hacía tanto tiempo que no escuchaba ese nombre pasar por mi cabeza o mi corazón que empezó a latir como si lo tuviera al frente mio.
-Si- sonrió- vengo a ayudar.
-¿Qué haces en la casa de ellos?- miré a Tomás.
-Bueno, me encontraron- pausó- supe que necesitaban ayuda para ti y no me pude negar.
-Ya-miré nuevamente a Tomás- ¿qué es lo que sabes?
-Bueno, descubrí como entrar al infierno.
-Hermoso de tu parte- pausé- pero...
-Por favor- me interrumpió- deja que te ayude, es lo mínimo que puedo hacer por la novia de mi amigo.
-Ex- repitieron Tomás y Jaison al compás.
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Recuerdos del único amor II: En la boca del infierno
Hombres LoboSegunda Temporada; Recuerdos del único amor Tras años viviendo y viajando con Steven, deciden ir a un pequeño pueblo pero no saben que eso les cambiará la vida a los dos, especialmente a Judit, quien se volverá a enamorar de uno de los enemigos del...