Recuerdos del único amor II: En la boca del infierno

Capitulo 9

Como niños inmaduros solo fingimos que no pasó nada como si lo del beso hubiera sido el sueño siempre soñado y que deseabas sobre todas las cosas. Jaison estaba mejor respecto a su herida pero respecto a su corazón estaba confundido sin saber que sentir o pensar. Después de días decidí enfrentarme a lo que pasara entre nosotros, nuestros silencio y conversaciones incómodas, me sentí preparada para superar todo eso. Fui a su apartamento esperando que encontrara ahí pero ni él ni su hermana estaba allí solo un chico que no conocía.

-¿Y Jaison?- pregunté en cuanto me abrieron la puerta.

-Se fue con mi hermana- sonrió- ¿eres?

-Una – pausé pensando que es lo que era- una amiga. Judit.

-¿Amiga?- sonrió- ¿vampiro?

-Es una larga historia ¿sabes cuándo volverán?

-Un día. Una semana ¿quién sabe?

-Necesito contactar con él.

-¡Ah!- exclamó- ¿tu eres su supuesto amor?

-¿Supuesto amor?- reí- ¿eso dijo?

-Así que es verdad.

-No. No- me alejé- cuando le veas di le que vine.

-Puedes esperarle.

-Pensé que..

-Fueron a comprar- sonrió- exageré un poco con el tiempo.

-Gracias- entré observando el lugar fingiendo no conocerlo.

-Me llamo Tomás- sonrió.

Tan solo sonreí y me senté en el sofá que se encontraba a pocos metros de mi. Me quedé esperando hasta que por fin llegaron Jaison y su hermana riendo.

-¿Y aquella vez?- dijo Anne entre carcajadas- cuando...- calló al verme.

-Vine...

-¿Qué hace aquí?- me interrumpió Anne preguntándole a Jaison.

-Vine- proseguí- a hablar con él.

-¿Puede ser en otro momento?

-No seas bobo- rió Tomás- vino hasta aquí por ti.

-Ven a mi cuarto- me señaló Jaison.

Le acompañé hasta su cuarto que era un lugar nuevo que explorar para mi ya que nunca estuve ahí, la vez anterior fue en el el cuarto de Anne donde estaba acostado.