Recuerdos del único amor II: En la boca del infierno

Capitulo 7

Pensé que si volvía a ver a Steven olvidaría por completo a Jaison, de alguna manera tenía que hablar con él. Intenté mordiendo a otras personas pero no funcionaba, ya no aparecía. Me había dejado definitivamente en ese sentido. Tenía que recurrir a otros métodos.

-¿Alucinógenos?- se alarmó la mujer.

-Si- pausé- muy fuertes.

-Cariño, tengo estos pero podrían hasta matar a un elefante.

-Gracia- lo agarré- ¿son alucinaciones o en parte es verdad?

-Es lo que tu quieres oír o hasta incluso lo que piensas que diría esa persona. Lo que sabes que dirá.

-¿Es como hablar con él?

-Algo así.

Salí de la tienda. Me dirigí a mi departamento para poder estar sola, molí las pastillas que me dio esa mujer y las mezclé con unas hiervas.

-¿Steven?- miré a mi alrededor.

-Judit- sonrió- tienes que detener esto.

-Te extraño.

-Te hará mal.

-Necesitaba hablar contigo- me acerqué a él.

-¿Para aclararte?

-¿Aclararme?- acaricié su cara- ¿de qué hablas?

-Hablo de Jaison.

-¿Qué tiene que ver él en esto?

-Tu corazón- pausó- sientes cosas por él.

-Steven...

-No lo niegas- se echó atrás- sientes cosas por él.

-No, no, yo...

-No te culpes, yo te lo pedí.

-No quería que te enteraras de esta manera. Te amo.

-Se feliz con él Judit.

-Quiero ser feliz contigo- volví a acariciar su cara.

-Ahora no puede ser.

-¿Dónde estás?

-Estoy en paz.

-Me alegro- sonreí.

-No- se volvió a alejar- Judit....

Comenzó a mirarme asustado como si fuera un monstruo, se alejó mas de mi. Empezó a tartamudear intentando decir algo pero no le salían las palabras.

-El infierno.

-¿Qué?- me asusté.

-Solo tu debes encontrarlo.

-¿De qué hablas?

-Es peligroso que otro lo haga.

-Me estás asustando- me aleje.

-Haz lo rápido.

-Steven...

En un segundo desapareció de delante mio. Lo busqué con la mirada pero no estaba, me había dejado. Me despertó el timbre en mi cama completamente sudada, las sábanas blancas estaban empapadas en sudor al igual que mi ropa. Me levanté y fui a mojarme la cara y sacarme el sudor del cuerpo.

-¿Judit?

-¿Qué haces aquí?

-Te oí gritar- me abrazó- menos mal que te encuentras bien.

-Jaison ¿qué haces aquí?

-Vine a verte.

-No quiero saber nada contigo- me alejé.