El hijo de Thor #1|N. Horan| En edición.

31 'Señorita fresa'

¿Quién se cree ella? ¿Por que abraza a mi novio de esa manera? ¿Es que acaso lo conoce? Ruedo los ojos mientras que él la gira en el aire, -contrólate- me grito mentalmente. Él la deja en el suelo y besa su mejilla.

-¿Dónde has estado? Joder, pensé que no te volvería a ver, te extrañe mucho, eres un tonto –dice tan rápido, que no me permite analizar sus palabras –Eres el peor dios, te olvidas muy pronto de tu gente.

¿Dios? ¿Cómo es que ella sabe de eso?, trato de respirar y controlarme, coloco una sonrisa en mi rostro, en cuanto ella me mira. Joder, es hermosa, sus ojos son enormes, de un tono gris, profundo, casi me recuerdan a un día lluvioso, su cabello es muy largo, llega a su cintura, perfectamente peinado, de un liso suave y a riesgo de sonar como etiqueta de champú, manejable.

-¿Quién es ella? –dice con tono ofendido, me señala y frunce su ceño, muerdo mis labios para no gritarle un ‘¿QUIÉN ERES TU?’

-Su novia –digo en un momento de valentía, ella levanta sus cejas y asiente.

-Un gusto, Himeko –sonríe, me tiende su mano, la acepto.

-Lindo nombre –ella asiente.

-Es japonés, significa princesa – ¿hasta su nombre debía ser perfecto? Asiento – ¿Cómo te llamas? –murmura como si la pregunta fuera muy obvia.

-Elizabeth, no tengo ni idea de donde es, pero significa amada por un dios, que oportuno ¿No? –parezco  una psicópata, Niall ríe y ella queda sin palabras, muerdo mi labio inferior.

-Oportuno –dice y me dedica una mirada de superioridad, estúpida, mueve su cabello hacia mí, es de un color tan negro que se asemeja a la noche, y sus ojos grises son las estrellas perfectas, supongo que para ella Niall es la luna –Vamos entra –dice y se dirige a Niall, me iré al hotel, antes de entrar, Niall toma mi brazo y me obliga a ir detrás de él. Himeko nota mi presencia y rueda los ojos.

-¿Y Darcy? –susurro hacia Niall.

-Espera – ¿No conoce otra palabra?

-Okey –suspiro y camino hacia la sala, es una casa muy acogedora, varios muebles la decoran, las paredes son de un tono verde limón, el piso es de madera, en la pared de la izquierda veo muchas fotos, me acerco hasta ellas, y si, allí esta ella, Darcy e Ian, y por lo que veo ya sé quién es Himeko, su hija, tan obvio como esto, rio por no haberlo notado antes, la pelinegra abre la puerta de la cocina y un perro considerablemente grande sale y corre hacia nosotros, comienza a ladrar.

-No le agrandan los extraños –dice ella y noto un tono de maldad en su voz, me acerco al perro, un rottweiler, de expresión para nada amable, se para frente a mí, si algo he aprendido es que pueden sentir tu miedo, así que comienzo a llamarlo con palabras dulces, no se su nombre así que solo le hago sonidos para que llegue a mí, Niall me mira con ternura pero con un cierto toque de miedo.

-Hola pequeño –susurro y el perro se acerca más, le tiendo mi mano, tiene dos opciones, arrancármela de un mordisco o dejar que lo consienta, se va por la segunda, y coloca su cabeza bajo mi mano, con cautela lo acaricio, parece gustarle, dos minutos más tarde tengo su plena confianza, el se levanta en sus patas traseras, casi es de mi altura, coloca sus patas delanteras en mis hombros, y me da un beso húmedo, rio –no te pongas celoso –le digo a Niall, se ríe, trato de atraerlo hacia el perro, pero no acepta. Himeko sale de la cocina y me mira con cierto desdén, bajo la mirada. ¿Quién es ella? ¿Por qué esta celosa de que yo sea la novia de Niall?

-Danger –dice y refiere al perro –a tu cama –el perro me dedica una mirada, otro beso, luego regresa por la misma puerta por la que salió.