Despierto, es de mañana el sol está en su punto más alto, me duele el cuello, mi pierna derecha está dormida y mi brazo esta enredado en una de las mantas. Harry está dormido, pero no por mucho, debe despertar, asumir lo que hizo y contarme que hablo con Niall.
-Harry –llamo y no se levanta, no puedo despertarlo de una manera brusca no cuando se que tendrá una fuerte resaca en cuanto el sol le dé en la cara. Con una delicadeza muy mínima quito sus piernas de las mías, me levanto y abro las cortinas, él ni se inmuta, decido dejarlo un tiempo más, hasta que recuerdo que debo ir a la universidad, subo para tomar una ducha, Niall aun duerme, no lo despierto, Orión ocupa mi lugar en la cama, se ve muy tierno.
Salgo de la ducha, me coloco una ropa sencilla, un jean oscuro con un suéter azul claro. Preparo el desayuno y subo para despertar a Niall.
-Niall –digo y lo muevo dulcemente –despierta –abre sus ojos, el azul en ellos es provocativo, parpadea varias veces y se incorpora.
-Me duele la cabeza –dice suspirando.
-Resaca –le digo con el típico tono de madre regañona –vamos, te daré un analgésico, Harry debe estar igual –el cambia su expresión al recordar supongo que lo vivido con el castaño la noche anterior – ¿Qué ocurre? –le pregunto con la esperanza de que me cuente algo de su charla pasada, el solo niega con la cabeza y vuelve la cara contra la almohada. Me siento frustrada y un poco molesta. Suspiro ruidosamente y me levanto de la cama, tomo mis cosas y sin tan solo mirar a Harry o a Niall salgo de casa.
Niall
La puerta de la entrada ha hecho un ruido estremecedor, al parecer Elizabeth está molesta, no lo entiendo, quizá solo esta sensible, me levanto y bajo las escaleras, Harry aun duerme, no puedo evitar recordar todas y cada una de las palabras que me dijo entre copa y copa, siendo todas y cada una de ellas muy dolorosas tanto para él como para mí. La sinceridad de sus ojos me hace retorcerme, el rencor en sus palabras y la honestidad en el tono de su voz, me hace cuestionarme él porque estoy aquí, en Midgard.
Sentado en las escaleras comienzo a recordar, a revivir cada momento, cada palabra que él con dolor en el corazón me había pronunciado.
La tarde había transcurrido muy tranquila, los chicos se portaban muy bien conmigo, me estaba divirtiendo bastante, pero algo no está bien, los sentimientos de alguien están dañados, el ambiente se siente pesado a su alrededor, sus pensamientos son devastadores.
Giro mi rostro, es Harry, está sentado en la mesa, su mirada esta gacha, sus ojos no brillan y no deja de levantar la copa de licor.
-Déjalo –dice la voz de Amelia, al notar como lo contemplo –el solo está pasando por algo tan normal como puede ser un corazón roto –su voz me llena de dudas.
-¿Es acaso normal? –ella asiente.
-Anda, vámonos Niall, Camila y Liam se fueron hace bastante, es mejor dejarlo, en estos momentos el no querrá hablar con nadie –ella me toma del brazo e intenta llevarme con ella.
-No, Ami, creo que me quedare con él, que no quiera hablar no significa que quiera estar solo –realmente esos son sus pensamientos, el necesita alguien a su lado.
-No sé, si Lizzy se moleste porque te deje solo –dice casi para ella –está bien, cuídate, no quiero que esa chica me mate –me guiña un ojo, planta un beso en mi mejilla y sale junto con Louis que se despide con un movimiento de su mano, que yo copio de manera cortes.
-¿Puedo sentarme? –pregunto en tono amistoso, el levanta la mirada, una mirada fría casi gélida y asiente sin mucho ánimo, no hablare, el no quiere que lo haga, así que solo me siento.
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El hijo de Thor #1|N. Horan| En edición.
FanficEsta es la historia de Elizabeth, una hermosa joven amante de la mitología. Que por obra del destino conoce al heredero de Asgard, el hijo de Thor, Niall. Ambos compartirán un amor de ensueño, pero ¿Por cuánto tiempo? ❝Buenas noches, bella mortal.❞