30 'Peleas y besos'

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Dejare que entre en mi mente, pero solo por razones realmente importantes. Cierro los ojos y espero a que pase.

-Espera, ¿Qué debo hacer? –frunzo el ceño. Abro los ojos y el sonríe.

-Solo piensa en esto ‘Te dejo leer mi mente’, con eso será suficiente –ruedo los ojos, y mentalmente repito eso. El suspira y sé que está dentro de mi cabeza.

-Oye, pero solo ve al punto, no quiero que recorras el resto –el me guiña un ojo, pienso en el álbum fotográfico, en las fotos, en los amigos de Jane y en el dueño del brazo, más conocido como Thor – ¿Listo?

-Cinco minutos mas –el ríe, no sé que está mirando, pero no me siento cómoda con esto.

-Hey, basta –si funciona el ‘te dejo leer mi mente’, pues, ‘ya no te dejo leer mi mente’.

-Oye, eso es cruel. Espero que un día, me dejes ver esa parte de tu mente en la que claramente se ve mi nombre –me sonrojo –amo que te ruborices –bajo la mirada.

-Bien, pero yo sigo sin saber –interviene Jane.

-Elizabeth, tiene un gran plan – ¿Lo tengo? –pero, no es buena idea que tu lo sepas, no por ahora, solo, puedo decirte que si todo sale bien, no tendrás que estar más tiempo en este lugar. Debemos irnos –dice y mira la puerta, dos segundos después un hombre entra, es el mismo sujeto que hace poco vino por Jane.

-Hasta pronto –le digo sonriendo. Espero que su corazón se sienta bien, después de saber que el hombre al que amo incondicionalmente, ahora tiene una familia, una familia en la que ella no tiene lugar.

-Gracias por venir –nos da un ligero abrazo a cada uno y sale con el sujeto.

Niall sale, lo sigo y un hombre de tez morena, que ahora me recuerda particularmente a Greg, nos escolta hasta el final del camino, salgo sin despedirme de la mujer y ya lejos, a unas calles de allí, decido hablar con él.

-¿Tengo una idea? –el asiente.

-Está claramente escrita en tu mente –enarco una ceja, cerebro, funciona.

-Pues no la encuentro –el ríe.

-Creo, que debes ordenar las prioridades de tus pensamientos –me ofrece su mano y entrelazo mis dedos con los suyos.

-Está bien, dejare de pensar en ti.

-Bueno, esa no es la solución –murmura con tono ofendido.

-Por ahora, dime cual es mi brillante idea, debo sentirme orgullosa –nos sentamos en una banca, frente a unos columpios, en el parque para niños.

-Pensaste, en ir a buscar a la amiga de Jane.

-¿Lo pensé?, pero no tiene sentido, se supone que todos debieron borrar sus memorias.

-Nunca puedes borrar por completo una mente, y si lo lograron, ella olvido a Thor, no a Jane, ni todo lo que hicieron, fueron mejores amigas, algún recuerdo debe tener.

-Vale, tienes razón, tengo razón… es una buena idea. Tengo una foto de Darcy, podemos ir a buscarla –tomo el móvil y le enseño la foto, el suspira y pasa su mano por su cabello.

-Bueno, no será tan difícil –frunzo el ceño.

-¿A qué te refieres?

-Sé donde está.

-¿Qué? ¿Pero cómo? –el aparta su mirada de la mía.

-Elizabeth, la conozco –sonrió.

-¿Enserio? ¿A que esperamos? Vamos –el me mira confundido. Pero se levanta.

El hijo de Thor #1|N. Horan| En edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora