20 'Gripe'

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Despierto cuando Niall se levanta de la cama,  camina a la puerta, se detiene al percatarse de que he despertado.

-Hola –digo, mi voz suena fatal, mi cabeza duele, y estornudo constantemente.

-¿Cómo estás? –camina hacia mí y se sienta en la cama, captura mi mano en la suya y me dedica una sonrisa.

-No me siento bien –admito y estornudo.

-¿Qué tienes? –pregunta me observa de pies a cabeza.

-Gripe –suspiro – ¿los dioses no se enferman? –pregunto.

-No, no que yo sepa –ríe – ¿Qué es gripe?

-No sé cómo decirte –me giro en la cama y quedo en posición fetal.

-Me quedare contigo hasta que mejores –niego.

-¿Y si te contagias? –el sonríe.

-Soy un dios, no creo que me contagie –ríe –se levanta, escucho como baja los escalones, luego de unos minutos sube, trae dos platos con cereal, ya esta adaptándose a todo lo que tiene que ver con Midgard, en especial si trata de comida. Me tiende uno lo acepto y me acomodo en la cama.

-Gracias –murmuro mientras coloco un poco de cereal en mi boca. Sonríe. Comemos en silencio, el toma los platos y sale de la habitación, escucho que está alimentando a Orión, me acurruco de nuevo en la cama, me siento fatal. Cierro los ojos pero no consigo dormir, mis estornudos me lo impiden, me levanto, camino al baño y tomo una ducha corta, al salir me observo en el espejo me veo horrenda, mi nariz esta roja, mis ojos también, mi piel esta mas blanca de lo usual y tengo unas ojeras gigantescas, la fiebre es alta, decido colocarme el pijama y volver a las cobijas, entro al cuarto, Niall no esta así que me acuesto, pasan tal vez 5 minutos, siento nauseas así que corro al baño, estrello la puerta al cerrarla,  me arrodillo en el inodoro, las arcadas son profundas, no tardo en vomitar todo el  cereal, la garganta me arde.

-¿Elizabeth? –pregunta Niall.

-No abras –le prevengo, pero las arcadas tapan mi voz.

-Déjame entrar –dice fuerte –se que no estás bien –Coloco seguro en la puerta así no podrá abrir –supongo que eso es un no –suspira, coloco mi frente sobre uno de mis brazos, mi cabeza está dando vueltas, no quiero que él me vea no así.

-Vete, sal de casa, yo estaré bien –le digo segura.

-No –suelta, escucho un ruido seco, la chapa de la puerta sale disparada, el entra. Lo miro horrorizada, con el respaldo de mi mano limpio mi boca, salto del suelo, me siento sobre la tapa del inodoro y presiono la cisterna.

-¿Qué? –lo miro molesta.

-Estas enferma me quedare contigo –se arrodilla a mi lado, le sonrió.

-No quiero que me veas así –suspiro.

-Eres mi novia –puntualiza –estaré contigo en cada momento de tu vida, claro si tú me dejas –mira al suelo pero toma mis manos con las suyas.

-Quiero que estés conmigo, pero no mientras este enferma –suelto mis manos de las suyas, camino hacia el lavamanos, limpio mi cara y lavo mis dientes, el me toma por la espalda, agarra mi cintura y posa un beso en mi mejilla –haces que esto sea más difícil –me giro y me hundo en su pecho, me separo casi al instante, necesito limpiar mi nariz y no será con su camisa.

-Vamos vuelve a la cama –tomo un poco de papel y camino junto a él hacia las cobijas.

-Te preparare algo, para que mejores –dice y sale, corro y tomo mi teléfono.

El hijo de Thor #1|N. Horan| En edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora