El hijo de Thor #1|N. Horan| En edición.

41 'Día dos'

Pase el resto de ese día junto a Niall, no pensamos tan siquiera en comer, o en ir al baño, no pensamos en nadie más, éramos solo él y yo. Cantando, bailando, leyendo, durmiendo, besándonos, queriéndonos. Para mi desgracia la noche había caído muy pronto y debíamos ir a dormir.

Unos golpes en la puerta me hicieron despertar, Niall sigue dormido, tomo una bata que habían traído para mí la noche anterior, la coloco sobre mi cuerpo y abro la gran puerta dorada.

-Thor –murmuro.

-Hola, Lizzy –dice con un tono amargo, pero tratando de mostrase alegre.

-Buenos días –susurro y le sonrió, para que sepa que yo no le guardo rencor, que para mí el sabe cómo hacer sus cosas.

-¿Podemos hablar?

-Yo –comienzo, giro mi rostro, Niall aun duerme, no quiero perder mucho tiempo de nuestro ultimo día, en la noche partiríamos a Midgard, él tomaría sus cosas y regresaría a Asgard, lo habíamos planeado ayer antes de caer dormidos. Suspiro. –Sí.

No me dio tiempo de cambiarme así que al notar que mi bata parecía un vestido, acepte salir de inmediato. Me llevo hacia lo que dijo era el campo de batalla, estaba solo, me explico que le gustaba venir aquí, para ver al sol posarse en la parte alta del cielo.

-Es hermoso –suelto mirando hacia el cielo.

-Lo es.

-¿De qué querías hablar? –murmuro al pasar unos minutos.

-De Jane –susurra.

-Ella está bien, es feliz. Niall fue de mucha ayuda, pudimos liberarla de su encierro, aunque eso también fue parte de S.H.I.E.L.D, pero ella está libre, se que fue a Londres, para ver a su madre.

-¿Te dijo algo de mí? –yo bajo la mirada y trato de recordar, pero ella no hizo mención alguna, salvo por la historia que llego a contarme, niego con la cabeza.

-Supongo que eso es algo, que conserva solo para ella –él asiente – ¿Aun la amas? –niega.

-No, Elizabeth, yo la ame, aun la quiero, la aprecio y me preocupa su bienestar, pero después de tanto tiempo, no puedo amarla como solía hacerlo, Sif ha estado conmigo en batallas, a compartido el trono a mi lado, por muchos años, tuvo paciencia cuando su amor no fue correspondido. Ha sido una buena madre, una buena esposa, y una excelente reina, se gano mi amor. Lo que viví con Jane, no se comparara con nada, la ame y ahora la recuerdo con cariño –sonríe y le respondo con una sonrisa, genuina.

-Comprendo, sé que eso pasara con Niall, está bien, son cosas que pasan.

-Tal vez no –suelta –él no tendrá a alguien para que le ayude, yo tuve a Sif, pero él no tendrá a nadie más, porque en su corazón solo entras tú –asiento y bajo la cabeza –Elizabeth, no sabes cuánto te agradezco, le enseñaste tanto  mi hijo, le mostraste la humildad, el amor, lo importante de proteger a las demás personas. Por ti, será un gran rey.

-Eso no me ayuda –me quejo mirando al suelo. Observo algunas armas, desde donde estamos nosotros, debajo, el piso es de arena. Me recuerda a un coliseo romano.

-Se que no te ayuda, pero te diré algo, le pedí que te mintiera, que te dijera que no te amaba o que no te necesitaba, pero él no lo hizo, su cariño hacia ti es puro, tardara en olvidarte.

-Igual que yo, esto no será fácil, pero es necesario. ¿Cierto?

-Es necesario, si.

-¿Tiene que ser tan rápido? –Él asiente – ¿pero por qué?