El hijo de Thor #1|N. Horan| En edición.

50 'Lagrimas de un dios'

El tiempo se detiene, en un parpadeo el último gigante de hielo cae al suelo. Una sonrisa se posa en cada uno de los rostros de los vengadores.

-Solo quedan tres –dice Iron man desde el intercomunicador.

-¿Cómo lo haremos?

-Déjemelo a mí, Capitán –dice Barton detrás del hombre del escudo.

-¿Cómo?

-Solo diré que tenemos nuestro asuntos pendientes –como si de una pieza de oro se tratara, Clint saca de su carcaj una última flecha –la he guardado desde hace mas de veinte años –susurra, apunta y sin pensarlo dos veces dispara. Loki atrapa la flecha en su mano, como si de un Déjà vu se tratara, pero la sonrisa de victoria en la cara del ex agente cambia todo. La flecha estalla y captura a Loki y a su hija en una cárcel de barrotes luminosos. El dios intenta salir pero no lo consigue, sus poderes se ven agotados, completamente inútil dedica una mirada a su hermano, quien suelta una risa sarcástica.

-¡Greg! –El Bifröst se abre de nuevo y se lleva la prisión de Hel y Loki –No dejes que escapen, luego me encargare de ellos.

-¿Qué clase de jaula era esa? –Pregunta Harry.

-El doctor Banner –señala al hombre verde, quien con expresión de desconfianza revisa  cada uno de los cuerpos inertes de los gigantes –La diseño para mí como una precaución, yo lo veía como algo personal.

-Genial –suelta Stark –ya solo falta uno.

-¡Elizabeth! –suena un grito devastador, un grito que atrae la mirada de todos los vengadores, incluidos Hulk.

-No –susurra Harry.

-¡No! –secunda el capitán América y corre al encuentro de aquel grito. Cayendo al suelo en el instante que ve el cuerpo de Elizabeth que yace en el frio  suelo. Su piel se ve pálida y su pecho y piernas están cubiertos por sangre – ¿Qué paso? –dice el Steve con vos entrecortada, sosteniendo entre sus manos la mano ensangrentada de su sobrina –Lizzy –susurra –Linda despierta –Levanta la mirada para encontrarse con un Niall destrozado ahogado en su propio llanto.

-Hel –tartamudea en un hilo de voz.

-Debemos hacer algo –dice Harry levantando su máscara –Ella no puede morir.

-Hay que llevarla a Asgard –dice Thor firme. Desde la niebla se escuchan los fuertes pasos del gigante verde quien se detiene frente a alguien, todos giran sus nosotros, algunos más preocupados que otros.

Un rugido deja la boca del gigante y con sus grandes manos golpea el suelo, en frente de él un hombre taciturno los observa.

-Tranquilo –dice –no pienso escapar –se encoje de hombros. Hulk levanta sus brazos tal vez para golpearlo.

-¡No! –grita Thor y Hulk se gira para mirarlo –No, Hulk, es mejor que lo dejes en mis manos.  ¡Greg! –el Bifröst se abre de nuevo y se lleva a un despreocupado Zayn, que antes de entrar en el puente de arcoíris dedica una mirada al grupo de hombres que rodean a Elizabeth, más muerta que viva, tal vez culminando su ciclo de vida, dejando todo atrás, por una venganza que no era de ella. Que aunque la involucraba de una manera indirecta, la idea no era que muriera. Cerrando los ojos y sin nada que decir, ingresa en el puente para ir a enfrentar su destino.

El capitán América, toma en sus manos a su pequeña Elizabeth, sin mucho esfuerzo la carga en sus brazos. Trata de contener las lagrimas, pero sin mucho esfuerzo, estas comienzan a caer por sus mejillas.

Ninguno habla en el viaje a Asgard. Todos están ensimismados en sus pensamientos, el dolor que tienen en su pecho es tal que ni con la victoria reciente puede acabarse. Parece que el camino a Asgard se hace eterno, el capitán solo mira hacia arriba como todos los demás, esperando que el puente de arcoíris termine lo antes posible.